En entrevista exclusiva, luego que se le revocara el arresto domicialiario, Francesco Schettino, reconoció que "es normal" que tenga que pedir perdón por naufragio.
El capitán del crucero que naufragó el pasado 13 de enero en Italia, Francesco Schettino, reconoce que "es normal" que tenga que pedir perdón por el accidente que causó la muerte de 30 personas y dejó 2 desaparecidos, pero cree que él es también "víctima de todo este sistema".
En una entrevista que la televisión privada italiana Canale 5 emite hoy, Schettino, a quien la semana pasada la jueza de instrucción le retiró el arresto domiciliario que cumplía desde enero, reconoce que cenó la noche del naufragio del "Costa Concordia" con la moldava Domnica Cemortan, pero solo como amigos.
"No pensé nunca que pudiera ocurrir algo así, y mucho menos tenía ninguna intención de hacer algo de ese tipo. En el accidente no solo se identifica al barco, a la empresa, sino también a su capitán (...) Por lo tanto, es normal que yo tenga que pedir perdón a todos, precisamente como representante de este sistema", afirma Schettino, en un adelanto de la entrevista que publican los medios italianos.
"Mis condolencias, mi afecto más sincero va a las personas que desafortunadamente ya no están. El daño económico seguramente existe, los daños son por las pérdidas, por las personas que han resultado afectadas en sus afectos y al final, seguramente, por la empresa y el capitán del barco, que además ha sido víctima de todo este sistema", agrega.
El capitán del barco, propiedad de la naviera Costa Cruceros, asegura que ha sentido un gran dolor por la pérdida del buque, aunque reconoce que no es comparable al dolor "inconmensurable" que sufre una madre que pierde a una hija en una tragedia de este tipo.
Ante las especulaciones sobre la relación que mantenía con la joven moldava con la que cenó la noche del 13 de enero, Schettino comenta que es normal que haya habido rumores porque ella es una "persona sociable, simpática y un poco amiga de todos".
Y ante la pregunta sobre si ella se encontraba en el puente de mando cuando el barco chocó con las rocas, el capitán del "Costa Concordia", cuyo casco permanece aún encallado frente a la isla de Giglio (centro de Italia), asegura que la joven moldava estaba esperando fuera a que le encontraran un camarote, pues no había podido comprar un pasaje en Rusia.
Schettino está acusado de homicidio culposo múltiple, abandono de la nave, naufragio y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión contra un escollo que provocó el naufragio del buque, en el que perecieron un español y dos peruanos.
Sobre esta última acusación, el capitán del barco asegura que no se arrepiente de no haber dado la señal de alarma enseguida porque habría sido "una imprudencia" y que prefirió maniobrar para evitar que el "Costa Concordia" se hundiera por completo y se produjeran daños a los botes salvavidas.
El hecho de que Schettino haya podido cobrar unos 50.000 euros por esta entrevista a uno de los canales de televisión de Mediaset, el grupo audiovisual del ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, generó hoy un gran revuelo en internet, lo que obligó al presentador del programa en el que se emite a desmentirlo.
Las sospechas las levantó la semana pasada uno de los abogados de Schettino al explicar a una periodista que cobraría solo si se mantenía la exclusividad de la entrevista, tras la que el capitán está dispuesto a hablar con el resto de medios de comunicación.
EFE
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