Gisela Valcárcel llega al medio siglo de vida en la plenitud de su talento, belleza y sensualidad, dedicada a sus negocios y familia y sin la preocupación por exhibir nueva pareja.
Innegable ícono de la televisión peruana. Su vida está llena de matices que, en un guión bien explotado, pueden ser un éxito de librería o cartelera, y es que la historia de Sonia Mercedes Valcárcel Alvarez, o simplemente Gisela Valcárcel, tiene todos los componentes para seducir al público al que le ha dedicado más de 25 años de su existencia.
SU NIÑEZ y ADOLESCENCIA
Gisela Valcárcel nació un 26 de enero de hace 50 años, segunda hija del matrimonio de Jorge Valcárcel Velasco y Teresa Álvarez Fernández. A los cinco años, su padre se vio obligado realizar los trámites legales para agregar el Gisela al Sonia Mercedes. Y desde ese entonces, la niña inquieta, de cara redonda de nariz chatita y ojona, que solía llamar la atención por Sebastián Barranca en la Victoria, se quedó para siempre como Gisela Valcárcel.
Estudió en el colegio Teresa González de Fanning, en Jesús María, donde ya mostraba interés por actuar frente al público. Como pasa con muchas jovencitas, el amor le llegó con el hombre equivocado, quien la dejó embarazada a los 17 años; y como miles de mujeres, secó las lágrimas y salió adelante.
Más de una vez habló de la venta de sandwichs de pollo en la playa. Luego trabajó como secretaria y en las noches consiguió trabajo como extra en el Café Teatro, hasta que le llegó la oportunidad de participar en la teleserie "Te mato Fortunato". Después vino"Risas y Salsa", hasta que le llegó la gran oportunidad de conducir "Aló Gisela", donde nace el ícono de la televisión peruana.
SUS AMORES
Exitosa en los negocios, desafortunada en el amor; su primer desengaño fue con Jorge Pozo (el papá de Ethel), quien la dejó embarazada.
Luego vendría el italiano Tino Moroni, a quien conoció en el Café Teatro a donde iba a verla; en 1985. Cuando ya era bastante conocida, su relación con el otoñal exjugador Enrique Casaretto, llamó la atención de la prensa, al punto que dijeron que se habían casado. Pero así como nadie supo cómo se inicó este romance, tampoco nadie se enteró cómo acabó.
Más tarde, siendo la animadora más popular, comunicó a sus señitos que vivía un tórrido romance con su modelo Carlos Vidal (algunos años menor que ella), pero también esta relación llegó a su fin siete años después, en medio de una pelea irreconciliable y un libro prohibido para su venta.
Después del desengaño con Vidal, llegó el apuesto y popular capitán de Universitario de Deportes; Roberto Martínez y fue el primero en llevarla al altar en 1995, en una boda que fue televisada y que arrasó en el rating. Tres años después la llamada “boda del siglo” llegó a su fin.
Luego encontraría consuelo con el periodista deportivo Bruno Cavassa, pero esto duró tan poco, como la emoción de un gol de eliminatoria, que muchos lo han olvidado de su lista.
En 2006, tras un romance bastante ventilado dentro y fuera de cámaras, se casó con Javier Carmona, gerente comercial de Frecuencia Latina. Contra lo que muchos pensaban, el matrimonio duró apenas 8 meses, aparentemente por una supuesta infidelidad.
Desde allí, la popular conductora pareció haber quedado “curada” de los desengaños y se dedicó a sus negocios (con revista incluida), su familia y sin tiempo para el amor (a pesar de los coqueteos con Roberto Martínez en "El gran show"), a tal punto que fiel a su estilo diga que hace mucho tiempo ya no tiene “chiquitingos”.
Soledad Nalvarte
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EN ESCENA es un programa que se trasmite por RPP Noticias los sábados desde las 3:00 p.m. y los domingos a la 12:30 p.m. con la conducción de Johnny Padilla Orbegoso.
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