Una vez sujeto a su cama, la mujer le puso un cinturón en el cuello y, según confesó, vio ´la oportunidad de terminar el calvario´ que había sufrido durante años y lo estranguló.
La Justicia uruguaya ordenó el procesamiento en libertad de una mujer, identificada como L.L.S de 34 años, que asesinó a su expareja, que la sometía a malos tratos habitualmente, estrangulándolo durante un juego sexual, confirmaron hoy fuentes judiciales.
Con este caso, es la segunda ocasión en menos de 48 horas que la Justicia uruguaya decide no encarcelar a una mujer por un suceso similar, después de que otra víctima de malos tratos matara de un disparo a su marido para protegerse en un episodio de violencia doméstica.
Según informaron los portavoces del Poder Judicial, en el primer caso la Justicia de la localidad de San Carlos decidió imputar a la mujer por un delito de homicidio pero desestimó su ingreso en prisión "por la situación de violencia doméstica que vivía" por parte del fallecido y dispuso solo su arresto domiciliario por 90 días.
El caso ocurrió en la madrugada del miércoles, cuando L.L.S llamó a la Policía para informar que había ahorcado a su expareja y padre de sus cuatro hijos con un cinturón.
Según el relato judicial, el fallecido, que estaba separado de la mujer pero que vivía en una casa contigua, había intentado reconciliarse con L.L.S después de que esta regresara de trabajar fuera de Montevideo y fue rechazado.
Sin embargo, el hombre ordenó a dos de sus hijos comprar vino y tras varias horas comenzó a golpear e insultar a L.L.S y la obligó bajo amenazas a ir a su vivienda para mantener relaciones sexuales.
Así, la mujer acostó a sus hijos pequeños, a uno de los cuales le dijo que "todo" se iba a terminar y regresó a la habitación de su expareja, que la golpeó y la obligó a mantener relaciones sexuales de forma violenta.
En ese momento, la mujer le dijo que si lo que quería era "jugar", podía atarse las muñecas, a lo que el hombre accedió.
Una vez sujeto, la mujer le puso un cinturón en el cuello y, según confesó vio "la oportunidad de terminar el calvario" que había sufrido durante años y lo estranguló.
Según el juez, el testimonio de vecinos y amigos, incluido el del padre del fallecido, que testificó a favor de la mujer indicando que la mujer era víctima de malos tratos y que temía que algún día su hijo la matara, hizo que se considerara el suceso como no premeditado y decidiera no ingresarla en prisión.
En el otro caso similar, la Justicia dejó libre a una mujer cuyo esposo, "violento y alcohólico" y con el que vivía un episodio de "violencia extrema" desde hacía varios días que afectaba también a sus tres hijos, había amenazado con matarla.
Al parecer, el hombre, durante una discusión, había disparado al aire con un rifle. Poco después, la mujer logró hacerse con el arma y, al ser atacada por su marido, lo mató de un disparo.
Para la Justicia uruguaya, el caso quedó enmarcado en un claro ejemplo de defensa propia y la mujer fue puesta en libertad inmediatamente.
EFE
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