Aunque su apariencia transmite fragilidad, el animalito ha aprendido a utilizar sus patas traseras para impulsarse, y así subir escaleras o saltar al sofá. Además hace las mismas cosas que el resto de gatos.
Mercury, un gatito con solo dos patas para poder movilizarse, enternece al mundo con el mensaje de vida que transmite, gracias a todo lo que ha aprendido junto a sus amorosos dueños, una pareja de Edmond, Oklahoma, Estados Unidos.
Aunque su apariencia transmite fragilidad, el animalito ha aprendido a utilizar sus patas traseras para impulsarse, y así subir escaleras o saltar al sofá. Además hace las mismas cosas que el resto de gatos.
Según relata la ABC.es, Mercury tenía tan solo cuatro días de nacido y sus ojos estaban cerrados cuando sus actuales dueños lo encontraron con sus patitas delanteras extrañamente mutiladas. Al parecer había sido atropellado.
La pareja cuidó de él y curó las heridas que tenía en su cuerpo. Ya restablecido, el minino solo lloraba cuando tenía hambre o quería mimos. Mercury creció y aprendió a moverse por sí mismo.
Según cuentan sus amos en su página en Facebook, Mercury "ama la vida y tiene la personalidad más curiosa". Dicen que aunque no lo parezca, a él nada le duele ni está triste.
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