La nueva entrega ha cosechado un enorme éxito en todo el mundo y que se ha convertido en un fenómeno de culto para millones de jóvenes.
La expectación y el fenómeno fan se apoderaron hoy de la séptima jornada del Festival Internacional de Cine de Roma con la presentación de la segunda entrega de la popular saga "The Hunger Games: Catching Fire" (Juegos del hambre: En llamas), y con la presencia de sus jóvenes actores sobre la alfombra roja capitolina.
Roma acogió hoy la proyección de esta nueva entrega de "The Hunger Games", la adaptación cinematográfica de la obra de la escritora estadounidense Suzanne Collins que ha cosechado un enorme éxito en todo el mundo y que se ha convertido en un fenómeno de culto para millones de jóvenes.
Durante la rueda de prensa posterior a la proyección, el director de la cinta, el estadounidense Francis Lawrence, conocido por sus videoclips para artistas como Michael Jackson o Lady Gaga, aseguró que lo que más le gusta de la película es "el valor emotivo que genera la violencia".
"Se trata de una historia sobre las trágicas consecuencias de la guerra, algo de lo que no solo pueden aprender los jóvenes sino que se trata de un mensaje muy positivo para todas las edades", aseveró.
Pero la verdadera espectación residió en la presencia de los tres protagonistas de la saga, los estadounidenses Jennifer Lawrence, Liam Hemsworth y Josh Hutcherson, que durante su intervención bromearon entre ellos y provocaron las risas de los asistentes.
La actriz protagonista de la saga, Jennifer Lawrence, aseguró ser consciente de la responsabilidad que tiene realizar un papel como el suyo, pero dijo no sentir ningún tipo de presión.
"Cuando leí por primera vez los libros de Suzanne Collins, me di cuenta de que mi personaje podría servir como ejemplo para muchas personas, y eso implica una gran responsabilidad. No obstante, a pesar de los premios, que siempre son bienvenidos, continúo con mi vida como lo hacía antes de ser famosa", explicó.
Y es que la actriz estadounidense se alzó con el premio Marcello Mastroianni a la actriz revelación en el Festival de Venecia del 2008 por "The burning plane" y con el Óscar por "Silver Linings Playbook" en 2012, entre otros galardones.
Lawrence también opinó sobre la imagen que el cine proyecta sobre la mujer, algo con lo que, a su juicio, "hay que ser muy cuidadosos".
"Sé que hay directores de cine que creen que la mujer delgada es la mujer perfecta, pero deberían recapacitar sobre la presión que con sus decisiones están ejerciendo sobre la gente", reivindicó la actriz, que, al término de su intervención, animó a los asistentes a "conservar y valorar la belleza".
Por su parte, Liam Hemsworth, que en la ficción interpreta a Gale Hawthorne, el amigo de la infancia de la protagonista y con quien mantiene un vínculo muy especial, postuló: "Comparto la pasión con mi personaje, su fuerza, su lucha por cambiar las cosas. Los jóvenes pueden tomar ejemplo y luchar por sus ideales", lo que provocó el aplauso y los vítores del auditorio.
Por último, el actor Josh Hutcherson, que encarna al locuaz y valiente Peeta Mellark en la película, aseguró que "es raro poder participar en algo que tiene tanto significado y tanto peso en una película cargada con valores que involucran a muchos tipos de personas".
"The Hunger Games: Catching Fire" es la continuidad de una primera parte que cosechó en 2012 un enorme éxito.
En la pieza central de esta trilogía, la que se estrenará el próximo 22 de noviembre y que ha sido proyectada hoy en Roma, algo parece haber cambiado respecto a la primera parte.
Ahora, la joven y humilde protagonista de la primera edición, Katniss Everdeen, vencedora de la 74 edición de los sangrientos "The Hunger Games", se encuentra ante el brete de elegir entre la popularidad mundial adquirida al ganar el cruel concurso o seguir viviendo con su familia, asentada en las clases más bajas de esa futurista sociedad, en la que se fragua una potente revolución.
La película, cuyos títulos de crédito irán acompañados por el tema inédito "Hombre a tierra" del grupo español Lori Meyers en países hispanoparlantes, recaudó más de 408 millones de dólares (316,5 millones de euros) en la taquilla norteamericana y cerca de 700 millones (542,8 millones de euros) a nivel mundial durante la proyección de su primera edición.
EFE
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