Cuando un perro muerde a una persona, las consecuencias pueden ser físicas y emocionales. Si te encuentras en esta situación y el dueño del perro no quiere hacerse responsable, es importante saber qué pasos seguir para proteger tus derechos. Desde atención médica hasta acciones legales, te explicamos todo lo que necesitas saber para actuar correctamente.
Las mordeduras de perro son más comunes de lo que parece, y las consecuencias no solo son físicas, sino también legales. Si alguna vez has sido víctima de un ataque canino, sabes lo aterrador que puede ser enfrentarse a un animal agresivo, especialmente cuando el dueño del perro no quiere asumir su responsabilidad.
En esos momentos de incertidumbre, es vital saber qué acciones tomar para protegerte tanto en términos de salud como de derechos legales. Si el dueño del perro no se hace responsable, es aún más importante conocer tus opciones para buscar justicia y asegurarte de que recibas la compensación adecuada por los daños sufridos.
Para aclarar cómo se maneja una situación de este tipo en el ámbito legal, hablamos con Sonia Córdova, abogada especializada en derechos de los animales. Ella nos explica qué pasos seguir si un perro te muerde, cómo el dueño puede ser responsabilizado y qué opciones tienes si el propietario no quiere hacerse cargo.
Recibe atención médica inmediata
La prioridad siempre debe ser tu salud. Después de una mordedura, lava la herida con agua y jabón para reducir el riesgo de infección y busca atención médica de inmediato. Dependiendo de la gravedad de la lesión, el médico podrá aplicar una vacuna antitetánica o antirrábica. No olvides pedir un certificado médico que detalle la herida y la incapacidad, ya que esto será fundamental en el proceso legal.
Identifica al dueño y recoge pruebas
Es esencial que obtengas la mayor cantidad de información posible sobre el perro y su dueño. Si el dueño está presente, solicita sus datos completos (nombre, dirección y teléfono). Si no lo está, trata de obtener cualquier prueba visual: fotos del perro, la mordedura y la zona del ataque. Además, si hay testigos, asegúrate de anotar sus nombres y datos de contacto, ya que podrían ser clave en el proceso legal.
Denuncia en las autoridades competentes
Si el dueño se niega a hacerse responsable, existen diversas vías legales para hacer valer tus derechos.
Responsabilidad administrativa: La municipalidad es la encargada de supervisar el cumplimiento de la Ley 27596, que regula la tenencia de perros peligrosos. Puedes presentar una denuncia en la municipalidad correspondiente, especialmente si el perro pertenece a una raza considerada peligrosa.
Responsabilidad penal: Si la mordedura causa más de 10 días de incapacidad, se considera un delito de lesiones, según lo explicado por la abogada Córdova. En este caso, la denuncia debe ser presentada en una comisaría y se iniciará una investigación. Dependiendo de la gravedad, el dueño puede enfrentar cargos, aunque no necesariamente prisión, sino antecedentes penales.
Responsabilidad civil: Si el dueño se niega a cubrir los costos médicos, puedes iniciar una demanda civil por daños y perjuicios para que te reembolse los gastos de tratamiento.
Consejos adicionales para prevenir incidentes
Aunque las leyes son clave, la prevención es lo más importante. Si te encuentras con un perro desconocido, mantén la calma y evita el contacto físico. Si muestra agresividad, retrocede lentamente. Asegúrate de que los perros potencialmente peligrosos estén siempre bajo control y que sus dueños respeten las normativas locales.
En resumen, si un perro te muerde y su dueño se niega a asumir su responsabilidad, tienes herramientas legales para hacer valer tus derechos, desde denunciar ante las autoridades hasta reclamar una indemnización por daños y perjuicios. Actuar de inmediato y con información precisa es clave para garantizar que recibas justicia.
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