Conducta agresiva, desobediencia, miedo al exterior, entre otros son algunas de las características de un can mal educado. Por esa razón, el entrenamiento y la enseñanza durante los primeros meses de su vida, etapa en la que empieza a relacionarse, es muy importante. Así evitaremos, en el futuro, maltrato animal, frustración y en el peor de los casos el abandono del animal.
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