Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron la restitución de la identidad a otro hijo de desaparecidos durante la última dictadura argentina (1976-1983).
Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron hoy la restitución de la identidad a otro hijo de desaparecidos durante la última dictadura argentina (1976-1983).
Se trata de Francisco Madariaga Quintela, hijo de Silvia Mónica Quintela y Abel Pedro Madariaga, ambos militantes de la organización guerrillera Montoneros (ya disuelta).
Según informaron las Abuelas en un comunicado, Silvia Quintela fue secuestrada por un grupo de tareas del Ejército el 17 de enero de 1977 en la localidad de Florida, a las afueras de Buenos Aires. Cuando fue secuestrada, Quintela tenía cuatro meses de embarazo.
Quintela, de profesión médica, fue recluida en Campo de Mayo, una guarnición militar a las afueras de la capital argentina donde funcionó un centro clandestino de detención durante la dictadura y donde nació Francisco.
Precisamente, los responsables del centro clandestino de Campo de Mayo, Reynaldo Benito Bignone y Santiago Riveros, son sometidos por estos días a juicio oral por los crímenes cometidos en esa dependencia, entre ellos el secuestro, las torturas y el asesinato de Quintela.
En tanto, Abel Madariaga logró escapar de la represión militar y, al regresar en 1983 de su exilio en Suecia y México, emprendió personalmente la búsqueda de su hijo y se incorporó activamente a la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, de la que es actualmente secretario.
"El viernes se reencontró con su hijo", dijo la organización humanitaria, que este martes dará detalles del hallazgo en una rueda de prensa.
Por iniciativa de las Abuelas, unos 3.300 jóvenes argentinos han acudido a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para investigar su procedencia, debido a que se calcula que unos 500 bebés fueron robados a sus padres durante la dictadura militar.
Un centenar lograron recuperar su identidad gracias a la labor de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Según datos oficiales, unas 18.000 personas desaparecieron durante el último Gobierno de facto en Argentina, aunque las entidades de derechos humanos elevan la cifra de víctimas a 30.000.
EFE
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