Banco Mundial prestará 205 millones de dólares a México para ayudarlo a combatir la gripe porcina, y evaluará "rápidamente" el impacto económico de la epidemia.
La asamblea semestral conjunta del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) concluyó que la amenaza de la gripe porcina profundiza el ya incierto panorama que afronta la economía mundial.
El brote ha causado 22 muertes en México, donde se somete a análisis a otras 65 víctimas mortales para determinar si fallecieron por esa causa.
La enfermedad se ha extendido a otros países, en particular Estados Unidos, donde se han reportado 20 casos.
El secretario de Hacienda mexicano, Agustín Carstens, reconoció en una rueda de prensa la gravedad de la situación al afirmar que "este asunto puede tener un importante impacto económico, aunque el impacto más importante es sobre las vidas y el bienestar humano".
"En este punto y sin ignorar que se trata de un asunto muy serio y que tiene un alto potencial de producir trastornos creo que es demasiado pronto para dar una opinión más concreta", insistió.
"Tendremos que esperar unos días para tener una mejor idea de las consecuencias de la epidemia", añadió.
Por su parte, el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, dijo en la rueda de prensa que se trata de "un desastre muy grande" para México.
Además, el Banco Mundial (BM), que prestará 205 millones de dólares a México para ayudarlo a combatir la gripe porcina, evaluará "rápidamente" el impacto económico de la epidemia.
El tema de la gripe porcina dominó, de hecho, gran parte de la rueda de prensa conjunta de Strauss-Kahn, Carstens y el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que cerró la reunión semestral de los organismos multilaterales.
La rueda de prensa se produjo al final de la reunión ministerial del Comité de Desarrollo, un órgano ejecutivo conjunto del FMI y el BM, en la que participaron representantes de los 185 países miembros de ambas instituciones.
La reunión concluyó hoy con el compromiso de acelerar los trámites para dar más voz a los países en desarrollo y emergentes en el Banco Mundial, con el fin de lograr un acuerdo a principios de 2010.
"La crisis y la necesidad de una enérgica respuesta multilateral han subrayado aún más la necesidad de una mayor voz y participación de los países en desarrollo y en transición en la dirección del BM", señaló en un comunicado el Comité de Desarrollo.
El compromiso alcanzado contempla que todos los accionistas se sumen a un proceso, que según el citado comunicado debe ser "transparente, consultivo e incluyente".
Los ministros reconocieron en su comunicado el "dramático" deterioro de la economía mundial desde su última reunión en octubre pasado.
Insistieron en que los países en desarrollo afrontan consecuencias "especialmente serias", a medida que la crisis financiera y económica se transforma en una calamidad humana y para el desarrollo.
Los funcionarios recordaron, además, que la crisis ya ha arrastrado a la pobreza extrema "a más de 50 millones de personas, sobre todo mujeres y niños".
La reunión ministerial reconoció también el papel de los organismos multilaterales en la lucha contra la crisis y alabó los compromisos de los países miembros de aumentar considerablemente los recursos para el FMI.
El Fondo, que tenía acceso a 250.000 millones de dólares en recursos antes de la reunión del G-20 en Londres, ampliará su arsenal para luchar contra la crisis hasta el billón de dólares, gracias al espaldarazo recibido en la capital británica a principios de abril.
De ese monto, 750.000 millones de dólares son directamente para préstamos.
Los otros 250.000 millones de dólares se repartirán en los próximos seis meses para fortalecer las reservas de los países miembros, según anunció el sábado el FMI.
La distribución será hecha mucho "antes de
El reparto de los recursos, en Derechos Especiales de Giro (SDR, por su sigla en inglés), fue decidido en la cumbre presidencial del G-20 el 2 de abril en Londres y durante la reunión del IMFC los países en desarrollo solicitaron que se agilizara su distribución.
El Banco Mundial prevé, por su parte, otorgar hasta 100.000 millones de dólares en préstamos durante los próximos tres años.
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