Algunos medicamentos pueden alterar el circuito de la sangre en el bebé e incluso requerir intervención quirúrgica, explica especialista María Cancelo.
Algunas mujeres que toman antidepresivos durante los tres primeros meses de embarazo tienen un pequeño, pero importante, riesgo de dar a luz un bebé con defectos en el corazón, según la revista médica British Medical Journal.
Dos antidepresivos analizados (sertralina y citalopram) fueron asociados con un defecto del corazón, relacionado con el septo, que es la unión entre la aurícula y el ventrículo.
"Si hay defectos en esta especie de pared que las separa, dependiendo de si son mayores o menores, pueden alterar el circuito de la sangre e incluso requerir intervención quirúrgica", explicó María Cancelo, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) estudió los casos de cerca de 500 mil niños nacidos entre 1996 y 2003 en Dinamarca.
Observaron que la prevalencia de los defectos septales de los menores aumentaba en aquellos cuyas madres tomaban inhibidores de la recaptación de la serotonina (una clase de antidepresivos), concretamente sertralina y citalopram, durante los tres primeros meses.
Según Cancelo, "en este periodo, el feto se está formando y pueden producirse malformaciones. Hay que tener cuidado con los fármacos", indica El Mundo en su portal de internet.
Dos antidepresivos analizados (sertralina y citalopram) fueron asociados con un defecto del corazón, relacionado con el septo, que es la unión entre la aurícula y el ventrículo.
"Si hay defectos en esta especie de pared que las separa, dependiendo de si son mayores o menores, pueden alterar el circuito de la sangre e incluso requerir intervención quirúrgica", explicó María Cancelo, del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Aarhus (Dinamarca) estudió los casos de cerca de 500 mil niños nacidos entre 1996 y 2003 en Dinamarca.
Observaron que la prevalencia de los defectos septales de los menores aumentaba en aquellos cuyas madres tomaban inhibidores de la recaptación de la serotonina (una clase de antidepresivos), concretamente sertralina y citalopram, durante los tres primeros meses.
Según Cancelo, "en este periodo, el feto se está formando y pueden producirse malformaciones. Hay que tener cuidado con los fármacos", indica El Mundo en su portal de internet.
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