El senado de Brasil modificó la Ley del Trabajo donde reconoce al alcoholismo "como una enfermedad que necesita tratamiento".
El Senado de Brasil aprobó hoy una ley que impide el despido por justa causa de empleados adictos a la bebida y que pasa a reconocer el alcoholismo como una enfermedad que necesita tratamiento.
La nueva norma modificó la Ley del Trabajo, que hasta ahora contemplaba el derecho del patrón a despedir a un subordinado que se emborrachara de forma habitual en su puesto laboral, según el texto aprobado hoy en la Comisión de Asuntos Sociales de la cámara alta, que no necesitará ser refrendado por el pleno.
Antes de su entrada en vigor, el proyecto legislativo tendrá que ser analizado por la Cámara de los Diputados y, posteriormente, sancionado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Con esta norma, en lo sucesivo sólo se permitirá el despido de aquellos trabajadores que rechacen someterse al tratamiento para superar su adicción.
Al reconocer el alcoholismo como una enfermedad, el trabajador obtendrá el derecho de recibir un subsidio del Estado durante su etapa de tratamiento y además, se le garantizará el empleo en los doce meses posteriores a su reincorporación a la empresa.
El senador impulsor de la medida, Marcelo Crivella, afirmó que el alcoholismo ya no se considera como un "fallo moral" ni por la sociedad ni por la medicina.
"El alcoholismo es una enfermedad severa que incapacita (al trabajador) y demanda acompañamiento médico y psicológico", afirmó Crivella, según un comunicado difundido por el Senado.
EFE
La nueva norma modificó la Ley del Trabajo, que hasta ahora contemplaba el derecho del patrón a despedir a un subordinado que se emborrachara de forma habitual en su puesto laboral, según el texto aprobado hoy en la Comisión de Asuntos Sociales de la cámara alta, que no necesitará ser refrendado por el pleno.
Antes de su entrada en vigor, el proyecto legislativo tendrá que ser analizado por la Cámara de los Diputados y, posteriormente, sancionado por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Con esta norma, en lo sucesivo sólo se permitirá el despido de aquellos trabajadores que rechacen someterse al tratamiento para superar su adicción.
Al reconocer el alcoholismo como una enfermedad, el trabajador obtendrá el derecho de recibir un subsidio del Estado durante su etapa de tratamiento y además, se le garantizará el empleo en los doce meses posteriores a su reincorporación a la empresa.
El senador impulsor de la medida, Marcelo Crivella, afirmó que el alcoholismo ya no se considera como un "fallo moral" ni por la sociedad ni por la medicina.
"El alcoholismo es una enfermedad severa que incapacita (al trabajador) y demanda acompañamiento médico y psicológico", afirmó Crivella, según un comunicado difundido por el Senado.
EFE
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