Els Clottemans fue acusada de asesinato por averiar el paracaídas de una compañera con quien compartia amante, el instructor de ambas. Ahora espera el veredicto final.
La joven Els Clottemans, acusada de asesinato por sabotear el paracaídas de su rival amorosa, se ha declarado hoy inocente en su último turno de réplica y a la espera de escuchar el veredicto del jurado, reunido ya en deliberación.
"Soy inocente de verdad. No me cansaré de repetirlo", ha afirmado la joven acusada de sabotear tanto el paracaídas principal como el de reserva de la mujer con la que compartía amante, el instructor de paracaidismo de ambas.
Ha sido su última intervención antes de que el jurado que debe decidir sobre su culpabilidad se retirase a deliberar, una decisión que no será fácil dado que contra la acusada, que se ha negado a someterse a un detector de mentiras, no existe ninguna prueba incriminatoria.
"Desde el principio me han acusado de algo horrible que no he cometido", ha afirmado Clottemans en su último alegato, palabras que no han escuchado los dos hijos de la fallecida, quienes, como siempre que interviene la acusada, han abandonado la sala.
La presunta asesina, la única sospechosa, saltó del mismo avión solo unos segundos después de que la fallecida, quien grabó con una cámara frontal y sin preverlo sus gritos de horror durante una caída al vacío que terminó con un golpe seco contra el suelo.
Clottemans explicó en su primer testimonio ante el tribunal que sus kilos de más le habían producido muchos complejos, defectos que la relación con el instructor le habían hecho olvidar. "Estar con él daba sentido a mi existencia", ha reconocido.
EFE
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