Al momento de ser detenido, el exjefe militar, Juan José Zúñiga, indicó que el "intento de golpe de Estado" fue orquestado con el presidente boliviano, Luis Arce, con el objetivo de levantar su popularidad.
Juan José Zúñiga, el destituido comandante del Ejército boliviano, fue detenido la noche del miércoles tras ser acusado de un “intento de golpe de Estado” contra el Gobierno del presidente Luis Arce.
En el momento en que era detenido y conducido a un vehículo policial, el exjefe militar afirmó ante los medios de comunicación que el mandatario le ordenó “preparar algo” con el propósito de levantar su popularidad.
“El domingo en el colegio La Salle me reuní con el presidente y me dijo que la situación está muy jodida, esta semana va a ser crítica. Entonces, es necesario preparar algo para levantar mi popularidad”, relató Zúñiga.
Indicó, además, que le preguntó al jefe de Estado si “sacamos los blindados” y que este le dijo que lo haga.
Fue en ese momento, sostuvo el ahora detenido general, que desde el domingo en la noche “ya los blindados empiezan a bajar” para ser utilizados en el movimiento militar. Se trató, según dijo, de seis cascabeles, seis del tipo Urutu y 14 del regimiento de Achacani.
Fue el viceministro de Gobierno, Jhonny Aguilera, encargado de la captura de Juan José Zúñiga, quien cortó el diálogo con la prensa para trasladarlo a una celda en la sede de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen, pero ante la consulta de los periodistas sobre si se trató de un “autogolpe”, el general respondió que “sí”.
La Fiscalía, por su parte, anunció una "investigación penal" en contra de Zúñiga y los militares que irrumpieron en la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno.
Luis Arce, antes de relevar a toda la Cúpula de las Fuerzas Armadas, encaró al militar en la puerta de la sede del Gobierno, y le ordenó "replegar" a los militares que lo acompañaban.
"Repliegue todas estás fuerzas es una orden", le gritó el presidente boliviano.
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