El Ministerio de Defensa taiwanés confirmó a través de un comunicado el paso de los barcos y afirmó que no se produjo ninguna irregularidad mientras los dos cruceros navegaron rumbo norte en el Estrecho de Taiwán.
Dos buques de guerra, pertenecientes a las marinas estadounidense y canadiense, navegaron este martes por las aguas internacionales del Estrecho de Taiwán, en el segundo de estos tránsitos que realiza EE. UU. en un mes.
El Ministerio de Defensa taiwanés confirmó hoy a través de un comunicado el paso de los barcos y afirmó que no se produjo ninguna irregularidad mientras los dos cruceros navegaron rumbo norte en el Estrecho de Taiwán.
Los barcos, identificados como el destructor estadounidense USS Higgins y la fragata canadiense HMCS Vancouver, realizaron una navegación “rutinaria” por la zona a través de aguas internacionales “en concordancia con el derecho internacional”, informó la agencia de noticias local CNA.
La última vez en la que se dio un paso conjunto entre buques de ambas marinas fue en octubre del año pasado, en un episodio calificado entonces por el Ejército chino de “peligroso para la paz y la estabilidad”.
Esta operación se produce apenas 48 horas después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, afirmase en una entrevista con la cadena CBS que defenderían a Taiwán en caso de una invasión por parte de China.
A principios del mes de agosto, la presidente de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, realizó una fugaz visita a Taipéi pese a las advertencias previas de China, desatando una crisis en el Estrecho a la que Pekín respondió con maniobras militares en los alrededores de la isla.
Esto no evitó que hace tres semanas dos destructores estadounidenses realizaran un tránsito por las mismas aguas que elevó las tensiones entre Washington y Pekín.
Desde entonces, varias delegaciones de políticos y funcionarios estadounidenses han visitado Taipéi, a los que se les unirán en octubre algunos parlamentarios canadienses que ya han anunciado sus intenciones de viajar a la isla.
Los juegos de guerra con fuego real y lanzamiento de misiles de largo alcance fueron calificados por el Gobierno taiwanés de "irresponsables", además de suscitar numerosas muestras de preocupación en el seno de la comunidad internacional.
Estados Unidos afirmó durante los mismos que seguiría operando por el Estrecho de Taiwán, calificando la crisis como “fabricada" por Pekín.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, isla a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
(Con información de EFE)
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