Los asaltantes lanzaron piedras a la cabeza de Konstantín Lunkin y se la golpearon contra una verja de metal, tras lo cual la víctima perdió el conocimiento.
Un joven activista del movimiento antifascista Antifa ha muerto a consecuencia de la brutal paliza de la cual fue víctima hace más de una semana en la ciudad rusa de Riazán, según el diario digital "NEWSru.com".
El 23 de mayo pasado, cuando cumplía 25 años, Konstantín Lunkin fue atacado de madrugada por un grupo de cabezas rapadas en el portal de su casa en Riazán, a unos 200 kilómetros al sureste de Moscú.
Los asaltantes le lanzaron piedras a la cabeza y se la golpearon contra una verja de metal, tras lo cual la víctima perdió el conocimiento.
"Cuando vieron que Kostia (Konstantín) recuperaba de nuevo la consciencia, los nazis continuaron con la brutal paliza. La novia de uno de los atacantes, incapaz de soportar tanta crueldad, llamó a una ambulancia", precisan los amigos de la víctima en una carta.
El texto agrega que "esa misma noche Kostia fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos con pronóstico grave, traumatismo craneoencefálico y en estado de coma".
El joven fue sometido a una primera operación, tras lo cual su situación, aunque grave, se estabilizó.
Después de varias intervenciones, sin que saliera del coma, Lunkin falleció ayer.
Familiares y amigos de la víctima, que figuraba en la "lista negra" de los grupo neonazis, consiguieron localizar a dos presuntos participantes en el ataque, que fueron detenidos por la policía e identificados por testigos de la agresión.
Sin embargo, fueron puestos en libertad después de que sus padres afirmaran que en el momento de los hechos sus hijos se encontraban en casa.
"En estos momentos las fuerzas del orden tratan de "tapar" este acto inhumano de los nazis. Ahora los policías no tienen sospechosos y los verdaderos culpables del asesinato de Kostia se pasean con total libertad", denuncian sus amigos.
En noviembre del año pasado, el líder del movimiento antifascista Antifa Iván Jutorskoi fue asesinado de un disparo en la cabeza, también en el portal de su casa.
Un amigo suyo señaló entonces que el asesinato de Jutorskoi fue una venganza por la detención poco antes de dos militantes de la organización radical-patriótica Unidad Nacional Rusa (UNR).
Los dos arrestados eran sospechosos de la muerte del abogado defensor de los derechos humanos Stanislav Markélov y la periodista de "Nóvaya Gazeta" Anastasía Babúrova en enero del año pasado.
Según la investigación, el motivo del asesinato del abogado pudo ser que Markélov defendía a las víctimas de ataques violentos perpetrados por miembros de la UNR. EFE
El 23 de mayo pasado, cuando cumplía 25 años, Konstantín Lunkin fue atacado de madrugada por un grupo de cabezas rapadas en el portal de su casa en Riazán, a unos 200 kilómetros al sureste de Moscú.
Los asaltantes le lanzaron piedras a la cabeza y se la golpearon contra una verja de metal, tras lo cual la víctima perdió el conocimiento.
"Cuando vieron que Kostia (Konstantín) recuperaba de nuevo la consciencia, los nazis continuaron con la brutal paliza. La novia de uno de los atacantes, incapaz de soportar tanta crueldad, llamó a una ambulancia", precisan los amigos de la víctima en una carta.
El texto agrega que "esa misma noche Kostia fue ingresado en la unidad de cuidados intensivos con pronóstico grave, traumatismo craneoencefálico y en estado de coma".
El joven fue sometido a una primera operación, tras lo cual su situación, aunque grave, se estabilizó.
Después de varias intervenciones, sin que saliera del coma, Lunkin falleció ayer.
Familiares y amigos de la víctima, que figuraba en la "lista negra" de los grupo neonazis, consiguieron localizar a dos presuntos participantes en el ataque, que fueron detenidos por la policía e identificados por testigos de la agresión.
Sin embargo, fueron puestos en libertad después de que sus padres afirmaran que en el momento de los hechos sus hijos se encontraban en casa.
"En estos momentos las fuerzas del orden tratan de "tapar" este acto inhumano de los nazis. Ahora los policías no tienen sospechosos y los verdaderos culpables del asesinato de Kostia se pasean con total libertad", denuncian sus amigos.
En noviembre del año pasado, el líder del movimiento antifascista Antifa Iván Jutorskoi fue asesinado de un disparo en la cabeza, también en el portal de su casa.
Un amigo suyo señaló entonces que el asesinato de Jutorskoi fue una venganza por la detención poco antes de dos militantes de la organización radical-patriótica Unidad Nacional Rusa (UNR).
Los dos arrestados eran sospechosos de la muerte del abogado defensor de los derechos humanos Stanislav Markélov y la periodista de "Nóvaya Gazeta" Anastasía Babúrova en enero del año pasado.
Según la investigación, el motivo del asesinato del abogado pudo ser que Markélov defendía a las víctimas de ataques violentos perpetrados por miembros de la UNR. EFE
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