Venezuela compró al gobierno de Dmitri Medvédev aviones, helicópteros y cohetes por US$ 2.200 millones como plan de modernización de sus FFAA.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó hoy que "empezaron a llegar" al país "miles de los cohetes" que compró a Rusia como parte del plan de modernización del armamento de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
"Empezaron a llegar miles de los cohetes (...) aquí lo tenemos ya, pocos países tienen la dotación que tenemos nosotros de los "Iglá-S", declaró Chávez durante un acto oficial en la sede del Gobierno.
Los sistemas antiaéreos portátiles Iglá-S están destinados a abatir aviones tácticos, helicópteros, aviones espía no tripulados y cohetes de crucero en condiciones de día y de noche, según datos del fabricante ruso Rosoboronexport.
"Y por ahí vienen los tanques, los T-72 para fortalecer nuestras columnas blindadas, y los helicópteros", añadió el jefe de Estado.
El Gobierno del presidente ruso, Dmitri Medvédev, aprobó este año a Venezuela una financiación de "2.200 millones de dólares" para el gasto en armamento, lo que "hizo viable" la compra del sistema Iglá-S y de 92 tanques T-72, informó Chávez el pasado septiembre.
En los últimos años, Venezuela se ha convertido en el mayor cliente de la industria militar de Rusia en América Latina, con la adquisición de 100.000 fusiles AK-103, 24 cazabombarderos Sukoi-30, y medio centenar de helicópteros MI-17, M-26 y M-35, todo ello por unos 3.000 millones de dólares, según fuentes rusas.
"Ahora tenemos el mejor fusil del mundo", que sustituyó a los AK-47 comprados por Venezuela en la década de 1950, los cuales tenían "una tecnología muy vieja" y "con disparar un solo tiro se trancaban", explicó Chávez.
El presidente venezolano insistió este lunes en que debió apelar a Rusia como proveedor después de que Estados Unidos "se negara" suministrar los repuestos del armamento de este país que tradicionalmente compró Venezuela para dotar a sus militares.
EFE
"Empezaron a llegar miles de los cohetes (...) aquí lo tenemos ya, pocos países tienen la dotación que tenemos nosotros de los "Iglá-S", declaró Chávez durante un acto oficial en la sede del Gobierno.
Los sistemas antiaéreos portátiles Iglá-S están destinados a abatir aviones tácticos, helicópteros, aviones espía no tripulados y cohetes de crucero en condiciones de día y de noche, según datos del fabricante ruso Rosoboronexport.
"Y por ahí vienen los tanques, los T-72 para fortalecer nuestras columnas blindadas, y los helicópteros", añadió el jefe de Estado.
El Gobierno del presidente ruso, Dmitri Medvédev, aprobó este año a Venezuela una financiación de "2.200 millones de dólares" para el gasto en armamento, lo que "hizo viable" la compra del sistema Iglá-S y de 92 tanques T-72, informó Chávez el pasado septiembre.
En los últimos años, Venezuela se ha convertido en el mayor cliente de la industria militar de Rusia en América Latina, con la adquisición de 100.000 fusiles AK-103, 24 cazabombarderos Sukoi-30, y medio centenar de helicópteros MI-17, M-26 y M-35, todo ello por unos 3.000 millones de dólares, según fuentes rusas.
"Ahora tenemos el mejor fusil del mundo", que sustituyó a los AK-47 comprados por Venezuela en la década de 1950, los cuales tenían "una tecnología muy vieja" y "con disparar un solo tiro se trancaban", explicó Chávez.
El presidente venezolano insistió este lunes en que debió apelar a Rusia como proveedor después de que Estados Unidos "se negara" suministrar los repuestos del armamento de este país que tradicionalmente compró Venezuela para dotar a sus militares.
EFE
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