Frei Montalva, presidente de Chile entre 1964 y 1970, se sometió a una cirugía por una hernia, pero tras la intervención su condición empeoró y falleció en 1982.
La justicia chilena confirmó que el ex presidente Eduardo Frei Montalva fue asesinado en 1982 por funcionarios de confianza, cuando faltan seis días para llevarse a cabo las elecciones presidenciales.
El juez Alejandro Madrid procesó a seis personas, cuatro de ellas médicos, por su presunta responsabilidad en el crimen, que dirigentes de la democracia cristiana chilena calificaron de "magnicidio".
Aunque el juicio ha tenido avances regulares en el tiempo y la semana pasada el juez realizó algunas diligencias importantes, de inmediato surgieron algunas suspicacias sobre la oportunidad de la resolución.
Frei Ruiz-Tagle, hijo del ex presidente asesinado, es el candidato de la coalición oficialista a la presidencia de la República en las elecciones del próximo domingo, en las que Sebastián Piñera, de la oposición derechista, aparece como el favorito de las encuestas.
El candidato oficialista está además amagado por el independiente Marco Enríquez-Ominami, que según algunos sondeos sería un mejor rival de Piñera en la segunda vuelta.
El senador Víctor Pérez, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) comentó que "sería penoso" que la resolución "responda al interés de conseguir un impacto electoral en beneficio del candidato oficialista; más de alguien puede tener esa legítima sospecha", añadió.
Tales conjeturas fueron descartadas de inmediato por el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Jorge Dahm, quien subrayó que el Poder Judicial no se rige por la actualidad nacional.
"El país vive frecuentemente circunstancias que harían imposible o entramparían (la administración de Justicia), si el poder judicial tuviera que tomar en consideración las circunstancias que rodean la realidad nacional para obrar y dictar sus resoluciones", afirmó.
Añadió que "el proceso (por la muerte de Frei) es de muy larga data, se ha hecho una investigación muy larga y si en estos momentos está la resolución es porque el juez así lo ha estimado conveniente".
El juez Madrid procesó y ordenó hoy el arresto del médico Patricio Silva Garín, del funcionario civil del Ejército Raúl Lillo Gutiérrez y de Luis Becerra Arriagada, un antiguo chofer y empleado de confianza de la víctima, como presuntos autores del homicidio de Frei Montalva.
Otro médico, Pedro Valdivia Soto fue procesado como cómplice y los patólogos Helmar Rosenberg y Sergio González, de la Universidad Católica, que practicaron una autopsia al cadáver de Frei Montalva, fueron encausados como encubridores.
Silva Garín, coronel retirado del Servicio de Sanidad del Ejército, dirige actualmente el departamento de Contraloría del Hospital Militar, mientras Valdivia Soto fue médico de la DINA, la policía secreta de Augusto Pinochet.
Lillo Gutiérrez es un civil que trabajó sucesivamente como agente de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la CNI (Central Nacional de Informaciones) y la DINE (Dirección de Inteligencia del Ejército).
En esa época, el ex mandatario, que en un comienzo justificó el golpe de 1973 contra Salvador Allende, lideraba una incipiente oposición a la dictadura, lo que según comentó hoy la presidenta Michelle Bachelet, "le costó la vida".
Frei Montalva, que gobernó Chile entre 1964 y 1970, se sometió a fines de 1981 a una cirugía de carácter simple, a causa de una hernia, en la Clínica Santa María, pero tras la intervención su condición empeoró hasta fallecer el 22 de enero de 1982 a los 71 años.
Oficialmente, el deceso se habría producido por una infección bacteriana que habría originado una peritonitis aguda y un posterior shock séptico, pero la investigación judicial ha apuntado a que en realidad murió envenenado.
"Esto demuestra que en Chile la justicia tarda pero llega, y en este caso ha llegado y sabemos que nos hace bien como sociedad", comentó la presidenta Bachelet tras enterarse de la resolución judicial.
EFE
El juez Alejandro Madrid procesó a seis personas, cuatro de ellas médicos, por su presunta responsabilidad en el crimen, que dirigentes de la democracia cristiana chilena calificaron de "magnicidio".
Aunque el juicio ha tenido avances regulares en el tiempo y la semana pasada el juez realizó algunas diligencias importantes, de inmediato surgieron algunas suspicacias sobre la oportunidad de la resolución.
Frei Ruiz-Tagle, hijo del ex presidente asesinado, es el candidato de la coalición oficialista a la presidencia de la República en las elecciones del próximo domingo, en las que Sebastián Piñera, de la oposición derechista, aparece como el favorito de las encuestas.
El candidato oficialista está además amagado por el independiente Marco Enríquez-Ominami, que según algunos sondeos sería un mejor rival de Piñera en la segunda vuelta.
El senador Víctor Pérez, de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) comentó que "sería penoso" que la resolución "responda al interés de conseguir un impacto electoral en beneficio del candidato oficialista; más de alguien puede tener esa legítima sospecha", añadió.
Tales conjeturas fueron descartadas de inmediato por el presidente de la Corte de Apelaciones de Santiago, Jorge Dahm, quien subrayó que el Poder Judicial no se rige por la actualidad nacional.
"El país vive frecuentemente circunstancias que harían imposible o entramparían (la administración de Justicia), si el poder judicial tuviera que tomar en consideración las circunstancias que rodean la realidad nacional para obrar y dictar sus resoluciones", afirmó.
Añadió que "el proceso (por la muerte de Frei) es de muy larga data, se ha hecho una investigación muy larga y si en estos momentos está la resolución es porque el juez así lo ha estimado conveniente".
El juez Madrid procesó y ordenó hoy el arresto del médico Patricio Silva Garín, del funcionario civil del Ejército Raúl Lillo Gutiérrez y de Luis Becerra Arriagada, un antiguo chofer y empleado de confianza de la víctima, como presuntos autores del homicidio de Frei Montalva.
Otro médico, Pedro Valdivia Soto fue procesado como cómplice y los patólogos Helmar Rosenberg y Sergio González, de la Universidad Católica, que practicaron una autopsia al cadáver de Frei Montalva, fueron encausados como encubridores.
Silva Garín, coronel retirado del Servicio de Sanidad del Ejército, dirige actualmente el departamento de Contraloría del Hospital Militar, mientras Valdivia Soto fue médico de la DINA, la policía secreta de Augusto Pinochet.
Lillo Gutiérrez es un civil que trabajó sucesivamente como agente de la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional), la CNI (Central Nacional de Informaciones) y la DINE (Dirección de Inteligencia del Ejército).
En esa época, el ex mandatario, que en un comienzo justificó el golpe de 1973 contra Salvador Allende, lideraba una incipiente oposición a la dictadura, lo que según comentó hoy la presidenta Michelle Bachelet, "le costó la vida".
Frei Montalva, que gobernó Chile entre 1964 y 1970, se sometió a fines de 1981 a una cirugía de carácter simple, a causa de una hernia, en la Clínica Santa María, pero tras la intervención su condición empeoró hasta fallecer el 22 de enero de 1982 a los 71 años.
Oficialmente, el deceso se habría producido por una infección bacteriana que habría originado una peritonitis aguda y un posterior shock séptico, pero la investigación judicial ha apuntado a que en realidad murió envenenado.
"Esto demuestra que en Chile la justicia tarda pero llega, y en este caso ha llegado y sabemos que nos hace bien como sociedad", comentó la presidenta Bachelet tras enterarse de la resolución judicial.
EFE
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