El sujeto admitió que estafó a sus clientes y comercializó carne cuya fecha de caducidad había expirado. Fue condenado a dos años de libertad condicional.
Un carnicero alemán fue condenado hoy a dos años de libertad condicional por vender, durante años, toneladas de carne en mal estado. La audiencia de Deggendorf, en Baviera (sur de Alemania), impuso además al procesado la inhabilitación profesional hasta mayo de 2011 y una multa de 9.000 euros.
El condenado, de 56 años, admitió ante la cámara que estafó a sus clientes y comercializó carne cuya fecha de caducidad para el consumo había expirado. El carnicero era el gerente de dos mayoristas del sector, que distribuyó esos productos en mal estado no sólo en Alemania, sino que también los exportó a Holanda, Rusia y Austria, de donde a su vez se suministró a África y Hong Kong.
Además de vender a esos clientes carne en mal estado, mezcló en algunas partidas etiquetadas como productos de alta calidad otros de segunda o tercera clase. Buena parte de esos productos, que guardaba en cámaras frigoríficas, había caducado años atrás.
El caso fue descubierto en 2006 y causó un gran revuelo mediático, así como llamamientos al estamento público a incrementar el control sobre los alimentos destinados al consumo humano, dentro y fuera de Alemania.
En el momento de abrirse la investigación, el carnicero tenía almacenadas en sus cámaras toneladas de carne empaquetada, cuya fecha de caducidad original era 2001. Las reservas fueron analizadas, se realizaron unas 800 pruebas y el resultado fue que una de cada cuatro no eran aptas para el consumo.
El juicio se abrió ayer y se cerró un día después, gracias a la amplia confesión facilitada por el imputado, así como al acuerdo entre la fiscalía, la defensa y el juez en cuanto a la pena.
-EFE-
El condenado, de 56 años, admitió ante la cámara que estafó a sus clientes y comercializó carne cuya fecha de caducidad para el consumo había expirado. El carnicero era el gerente de dos mayoristas del sector, que distribuyó esos productos en mal estado no sólo en Alemania, sino que también los exportó a Holanda, Rusia y Austria, de donde a su vez se suministró a África y Hong Kong.
Además de vender a esos clientes carne en mal estado, mezcló en algunas partidas etiquetadas como productos de alta calidad otros de segunda o tercera clase. Buena parte de esos productos, que guardaba en cámaras frigoríficas, había caducado años atrás.
El caso fue descubierto en 2006 y causó un gran revuelo mediático, así como llamamientos al estamento público a incrementar el control sobre los alimentos destinados al consumo humano, dentro y fuera de Alemania.
En el momento de abrirse la investigación, el carnicero tenía almacenadas en sus cámaras toneladas de carne empaquetada, cuya fecha de caducidad original era 2001. Las reservas fueron analizadas, se realizaron unas 800 pruebas y el resultado fue que una de cada cuatro no eran aptas para el consumo.
El juicio se abrió ayer y se cerró un día después, gracias a la amplia confesión facilitada por el imputado, así como al acuerdo entre la fiscalía, la defensa y el juez en cuanto a la pena.
-EFE-
Comparte esta noticia