La Policía habría obligado al franco-argelino y a la tunecina a bajar del vehículo por "atentar contra las buenas costumbres". Posteriormente, un juez validó la acusación.
Un tribunal de Túnez condenó a cuatro y tres meses de prisión respectivamente a un franco-argelino y a su pareja tunecina por besarse en público. El supuesto delito se produjo a la salida de un restaurante en una zona turística del norte del país.
Según Ghazi Marbet, el abogado del imputado, a ambos se les atribuyeron los cargos de “acto sexual, atentado contra el pudor, ofensa a las buenas costumbres, desobediencia y desacato a un funcionario público”. En el caso de la acusada, que no ha sido identificada, se le adicionó además "estado de ebriedad en la vía pública".
Abuso de la autoridad. El hombre, identificado como Nessie Ouadi, de 33 años, disfrutaba de un fin de semana en Túnez junto a su pareja cuando la policía los intervino mientras intercambiaban un beso en el interior de un vehículo. "Los agentes comenzaron a gritar y a insultar al joven, obligándole de forma violenta a bajar del coche. Acto seguido, registraron a fondo, incluidos los equipajes que se encontraban en el maletero", explicó el defensor legal en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
Tras ser conducidos a la comisaría, un policía les anunció que podían volver a sus casas. Sin embargo, el joven reclamó los nombres y número de placa de los agentes implicados, advirtiéndoles de que comunicaría lo ocurrido a su embajada. El abogado dijo que este pedido empeoró la situación y que los agentes cometieron irregularidades en un primer momento, como la negación de asistencia de un abogado o la de su derecho a una llamada telefónica.
Reacciones. El incidente ha desatado un acalorado debate público sobre las libertades y sus límites en Túnez, y sobre el retroceso que se percibe en la sociedad seis años después de que acabó la dictadura de Zine El Abidine Ben Ali. Conocidos viñetistas e internautas anónimos se han lanzado en las redes sociales en apoyo de los jóvenes y se cuestionan la actual situación de la justicia y de las fuerzas de seguridad.
Hay quienes se preguntan si existe "la policía de la moral" en Túnez como es el caso de otros países como Arabia Saudí, donde se encargan de hacer cumplir las estrictas interpretaciones de la moral islámica. Parte del debate gira en torno al término "atentado a las buenas costumbres", recogido de manera abstracta en el Código Penal tunecino, que fija una condena de seis meses de prisión y de hasta mil dinares (340 euros) de multa a "cualquiera que, deliberadamente, sea culpable de atentado público contra el pudor". Una normativa difusa que la Policía utilizaba también en el pasado para esconder abusos y frenar las protestas. (Con información de EFE)
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