Entre los muertos se encuentran los cinco atacantes que llevaron a cabo la agresión, siete policías y otras 28 personas, entre ellas rehenes y civiles.
Al menos cuarenta personas murieron y otras 57 resultaron heridas durante la liberación de los rehenes retenidos por un grupo de hombres armados en una iglesia del centro de Bagdad, informaron hoy fuentes policiales iraquíes.
Las fuentes explicaron a Efe que las víctimas se produjeron durante los enfrentamientos entre agentes de la Policía antiterrorista y los insurgentes, que irrumpieron anoche en la iglesia de Sayida an Nayá (señora del socorro, en árabe).
Entre los muertos se encuentran los cinco atacantes que llevaron a cabo la agresión, siete policías y otras 28 personas, entre ellas rehenes y civiles.
Las fuentes agregaron que algunos heridos se encuentran en estado grave.
El ministro de Defensa iraquí, Abdel Qader Mohamed Yasem, aseguró a la prensa que la liberación de los rehenes, que duró dos horas, se llevó a cabo "con éxito".
Yasem afirmó que los atacantes pedían la puesta en libertad de algunos encarcelados en Irak y Egipto, y agregó que algunos de los agresores no eran iraquíes.
El domingo, la Policía informó en un primer momento de que habían muerto siete personas y 20 habían resultado heridas en un enfrentamiento con un grupo de insurgentes, que se refugiaron en el templo después de lanzar un ataque contra la sede de la Bolsa de Bagdad.
El grupo terrorista Estado Islámico de Irak, un conglomerado de grupos armados dirigido por Al Qaeda, se ha responsabilizado del ataque.
En un comunicado difundido ayer esta red terrorista aseguró que había llevado a cabo el ataque para exigir la liberación "de las musulmanas detenidas en las cárceles de los cristianos de Egipto".
Estas exigencias parecen estar relacionadas con una reciente polémica desatada en Egipto por la supuesta conversión, más tarde desmentida, de una cristiana al islam, identificada como Camelia Shahata.
Shahata se refugió o fue retenida en un monasterio, según las distintas versiones, lo que desató protestas de la mayoritaria comunidad musulmana en el país, que exige que sea liberada por la Iglesia.
Según el comunicado del Estado Islámico en el ataque murieron más de treinta "infieles", en referencia a las víctimas cristianas.
"Que el gobierno apóstata sepa que se ha encendido la mecha de la campaña contra los cristianos de Irak", subraya la nota del grupo, que fue emitida ayer.
-EFE
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