EE.UU. acusa a diez agentes de Inteligencia del Gobierno chino de espionaje industrial

El Gobierno de Estados Unidos anunció la acusación contra diez supuestos agentes de Inteligencia del Gobierno de China por haber cometido un presunto espionaje industrial en el sector aeronáutico.

De acuerdo a un comunicado del Departamento de Justicia, la decena de imputados accedió a datos privados de empresas del sector de la aviación con el objetivo de robarlos entre enero de 2010 y mayo de 2015.

Los imputados y quienes trabajan junto a ellos se infiltraron en los sistemas informáticos de estas compañías para hacerse de forma ilegal con propiedad intelectual, información confidencial o información de motores empleados en vuelos comerciales, según el Gobierno de Estados Unidos.

Entre los supuestos agentes identificados en la acusación se encuentran Zha Rong y Chai Meng, quienes trabajaban para una delegación del Ministerio de Seguridad Estatal en la provincia de Jiangsu, una rama del Ejecutivo chino a la que EE.UU. responsabiliza del espionaje y contraespionaje del país.

En concreto, se trataba del desarrollo de un motor "turbofan" que estaba siendo desarrollado por parte de una alianza entre una empresa de EE.UU. y otra de Francia que tenía una oficina en la provincia de Jiangsu.

Empresas hackeadas

La empresa francesa fue hackeada, así como otras compañías con sede en los estados de Arizona, Massachusetts y Oregón que intervenían en procesos del proyecto; otra con sede en San Diego también fue objetivo de estos ataques.

Mientras avanzaba esta alianza empresarial francoestadounidense, y se daban las intrusiones, una entidad pública china estaba produciendo un modelo de motor similar.

Los agentes chinos no solo utilizaron métodos de hackeo, sino que también reclutaban a empleados de la compañía espiada.

A los acusados se les imputan distintos delitos de espionaje como el acceso y daños de forma no autorizada a un ordenador y conspirar para ofender a EE.UU.

La acusación fue registrada en junio de 2017 en el tribunal federal del Distrito Sur de California, pero no ha sido hasta este martes cuando se ha permitido la desclasificación del caso.

EFE