El secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, advirtió este sábado que la amenaza de China es “real” y potencialmente “inminente”. Sus declaraciones llegan al tiempo que presiona a los aliados de Washington en el Indopacífico a aumentar su gasto de defensa.
Washington reforzará sus defensas en el extranjero para contrarrestar lo que considera amenazas en rápido desarrollo por parte de Pekín, especialmente en su postura agresiva hacia Taiwán. Así lo subrayó este 31 de mayo el secretario de Defensa de EE. UU., Pete Hegseth.
"No vamos a endulzarlo: la amenaza que representa China es real. Y podría ser inminente", expresó el funcionario.
Sus advertencias se producen en un contexto en el que China ha realizado numerosos ejercicios para probar cómo sería un bloqueo de la isla autónoma, que reclama como propia y que Estados Unidos se ha comprometido a defender.
El Ejército de China “está ensayando para la batalla real (...) No vamos a endulzarlo: la amenaza que representa China es real. Y podría ser inminente”, remarcó Hegsethen su discurso en el Diálogo Shangri-La, la principal conferencia de seguridad de Asia, que se desarrolla en Singapur.
NEW - Hegseth: "There's no reason to sugarcoat it — the threat China poses is real and it could be imminent."pic.twitter.com/ptnFvptey9
— Disclose.tv (@disclosetv) May 31, 2025
Hegseth afirma que China entrena para invadir Taiwán
China ha declarado que su objetivo es que su ejército tenga la capacidad de tomar Taiwán por la fuerza si fuese necesario para 2027, un plazo que los expertos ven más como una meta aspiracional que como un plazo de guerra firme.
Pero Pekín ha construido también sofisticadas islas artificiales en el mar de China Meridional para apoyar nuevos destacamentos militares y ha desarrollado capacidades hipersónicas y espaciales altamente avanzadas, lo que está impulsando a Estados Unidos a crear su propio sistema de defensa antimisiles espacial, la 'Cúpula Dorada'.
En su intervención en el Diálogo de Shangri-La, una conferencia global de seguridad organizada por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, Hegseth afirmó que China ya no solo está reforzando sus fuerzas militares para tomar Taiwán, sino que está “entrenando activamente para ello, todos los días”.
Hegseth criticó además a Pekín por sus ambiciones en América Latina, particularmente sus esfuerzos por aumentar su influencia sobre el Canal de Panamá.
Instó a los países de la región a aumentar el gasto en defensa hasta niveles similares al 5 % de su producto interno bruto que la Casa Blanca exige ahora a las naciones europeas.
“Todos debemos poner de nuestra parte”, declaró Hegseth.
Hegseth añadió que cualquier intento de China de conquistar Taiwán "tendría consecuencias devastadoras para el Indopacífico y el mundo", y se hizo eco del comentario de Trump de que el gigante asiático no invadirá Taiwán bajo su Presidencia.
Después del discurso, la responsable de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, rechazó un comentario de Hegseth en el que afirmó que los países europeos deberían centrar sus esfuerzos de defensa en su propia región y dejar el Indopacífico a Estados Unidos. Kallas apuntó que con las tropas norcoreanas luchando del lado de Rusia y con China apoyando a Moscú, la seguridad europea y asiática estaban “muy interrelacionadas".
China: las acusaciones de EE. UU. están "impregnadas de provocaciones"
Poco después del discurso del secretario de Defensa estadounidense, el Gobierno de Xi Jinpinf rechazó los señalamientos.
La embajada de China en Singapur condenó la intervención de Hegseth y la calificó de "impregnada de provocaciones e instigación".
"El señor Hegseth difamó y atacó repetidamente a China y exageró sin cesar la supuesta 'amenaza china'"(...) De hecho, Estados Unidos es el mayor 'alborotador' para la paz y la estabilidad regionales", declaró la embajada china en Singapur en su página de Facebook.
Es probable que los comentarios de Hegseth sobre la necesidad de que los aliados aumenten el gasto causen consternación entre sus socios, a pesar de que los expertos afirmaron que se enfrentó a una audiencia relativamente amigable en Singapur. El ministro de Defensa chino, Dong Jun, decidió no asistir al importante foro de seguridad asiático y Pekín solo envió una delegación académica.
Hegseth ya ha criticado a sus aliados europeos por no aumentar su gasto en defensa. En febrero, durante una conferencia de prensa en la sede de la OTAN en Bruselas, advirtió a Europa que no tratara a Estados Unidos como un "ingenuo".
El viernes, durante el discurso inaugural del Diálogo Shangri-La, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que Hegseth tenía razón al pedir a Europa que aumentara su propio gasto en defensa.
Dudas sobre el compromiso de EEUU con el Indopacífico
Hegseth reiteró la promesa realizada por anteriores gobiernos estadounidenses de reforzar las capacidades militares de Washington en la región para proporcionar una disuasión más firme. Aunque las administraciones de Obama y Biden se comprometieron también a dar un giro hacia el Pacífico y firmaron nuevos acuerdos militares en toda la región, el cambio completo nunca se ha producido.
En su lugar, los recursos militares de Estados Unidos en la región se han desviado sistemáticamente para respaldar necesidades militares en Oriente Medio y Europa, especialmente desde el inicio de la guerra en Ucrania y Gaza. La situación se ha repetido en los primeros meses del segundo mandato de Donald Trump.
En los últimos meses, el ejecutivo de Trump ha retirado un batallón de misiles Patriot del Indo-Pacífico para enviarlo a Oriente Medio —una operación logística masiva que requirió 73 vuelos de carga militares— y envió barcos de la Guardia Costera de regreso al país para colaborar en la defensa de la frontera entre Estados Unidos y México.
Preguntado por qué Washington retiró esos recursos si el Indo-Pacífico es un escenario prioritario, Hegseth no respondió directamente, pero dijo que el cambio era necesario para defenderse de los ataques con misiles de los hutíes desde Yemen y para reforzar las protecciones contra la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.
Al mismo tiempo, enfatizó la necesidad de que los aliados y socios estadounidenses aumenten su propio gasto y preparación en defensa, agregando que Washington no estaba interesado en actuar en solitario.
“En última instancia, una red de aliados y socios fuerte, decidida y capaz es nuestra ventaja estratégica clave”, manifestó. “China envidia lo que tenemos juntos, y ve lo que podemos aportar colectivamente en defensa, pero depende de todos nosotros asegurarnos de que cumplamos con ese potencial a través de la inversión”.
Las naciones del Indo-Pacífico atrapadas en medio han tratado de equilibrar su relación con Washington y Beijing a lo largo de los años. China es el principal socio comercial de muchos, pero también es temido, en parte debido a sus reclamos cada vez más agresivos sobre recursos naturales como las pesquerías críticas.
Hegseth advirtió que jugar a dos bandas, buscando apoyo militar de Estados Unidos y respaldo económico de China, conlleva riesgos.
“La dependencia económica de China solo profundiza su influencia maligna y complica nuestro espacio de decisión en defensa en tiempos de tensiones”, dijo.
Cuando se le preguntó cómo encaja esa declaración con la amenaza de Trump de imponer altos aranceles a la mayoría de la región, Hegseth respondió que está “en el negocio de los tanques, no del comercio”.
Pero la senadora demócrata de Illinois Tammy Duckworth, que forma parte de la delegación del Congreso que asiste al foro de Shangri-La, se mostró en contra de presionar a los aliados regionales.
“Estados Unidos no está pidiendo a la gente que elija entre nosotros y la RPC”, señaló Duckworth refiriéndose a la República Popular China.
El ministro de Defensa de Australia, Richard Marles, celebró la garantía de Hegseth de que el Indo-Pacífico era una prioridad estratégica para Estados Unidos y coincidió en que tanto su país como otros debían poner de su parte.
“La realidad es que no hay un equilibrio de poder efectivo en esta región sin Estados Unidos, pero no podemos dejarlo solo en manos de Estados Unidos”, dijo.
Aun así, Marles sugirió que las agresivas políticas comerciales del ejecutivo de Trump eran contraproducentes: “El impacto y la disrupción de los altos aranceles han sido costosos y desestabilizadores”.
Con AP y AFP
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