Se incluyó a empresas con sede en Alemania, Malta y Chipre por trabajar ´por o para´ compañía nacional de transporte marítimo iraní, que Teherán utilizaría para avanzar en programa nuclear.
La Gobierno estadounidense incluyó hoy en su lista negra a 37 empresas con sede en Alemania, Malta y Chipre y a cinco personas por sus supuestos vínculos con el programa nuclear iraní.
El Departamento del Tesoro informó que se ha incluido en la lista negra a estas empresas por trabajar "por o para" la compañía nacional de transporte marítimo iraní (IRISL) que, según EE.UU., Teherán utiliza para avanzar en su programa nuclear.
Estados Unidos incluyó en la lista negra a estas empresas, según la orden ejecutiva 13382, que tiene por objeto la congelación de los activos de los que contribuyen a la proliferación de armas de destrucción masiva y sus partidarios, lo que les aisla de los sistemas financieros y comerciales de EE.UU.
Entre ellas hay quince compañías de transporte marítimo, cuyos propietarios ya habían sido incluidos en la lista negra del Tesoro, y 11 sociedades de cartera que poseen las compañías navieras, con sede en Hamburgo (Alemania).
Shere Shipping Company Limited, Tongham Shipping Co, Uppercourt Shipping Gompany Limited, Vobster Shipping Company Ltd y Working Shipping Investments Limited, con sede en Malta, son algunas de las citadas.
El Departamento del Tesoro vigila y sanciona a aquellas instituciones o individuos que puedan estar relacionados con la financiación de la proliferación nuclear, el enriquecimiento de uranio o el desarrollo y comercio de armas de destrucción masiva.
Estados Unidos acusa a Teherán de querer desarrollar de forma encubierta armas nucleares bajo un programa que la república islámica asegura que tiene única y exclusivamente fines pacíficos.
El subsecretario del Tesoro de EE.UU. para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Stuart Levey, señaló que EE.UU. continuará trabajando para descubrir las "estructuradas y elaboradas tácticas" que utiliza Irán para proteger sus envíos del control internacional.
El objetivo, explicó en un comunicado, es evitar la "ofuscación" de algunas empresas privadas que "en vez de rechazar negocios con Irán se arriesgan a involucrarse en sus programas nucleares y de misiles".
La última resolución de la ONU contra Irán establece nuevas restricciones a las operaciones de los bancos iraníes, al tiempo que incrementa el escrutinio de las transacciones en el exterior de las entidades financieras de ese país.
Asimismo, endurece el embargo de armas a Irán y sanciona a 40 entidades del país, entre ellas varias vinculadas a la naviera estatal iraní, así como a la Guardia Revolucionaria, al tiempo que refuerza el régimen de inspecciones a buques y aviones iraníes.
Otros como Japón, Australia, Canadá, Noruega y la Unión Europea se han sumado a estos esfuerzos adicionales a las sanciones de la ONU.
EFE
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