Benedicto XVI consideró que es necesario que los países ricos disminuyan el consumo de energía y que se promuevan energías con menos impacto ambiental.
El Papa ha afirmado que no se puede permanecer indiferente ante el cambio climático y que es necesario que los países ricos disminuyan el consumo de energía, que se promuevan energías con menos impacto ambiental y que se cambie el modelo de desarrollo global para hacerlo respetuoso con la creación.
Benedicto XVI así lo ha manifestado en su mensaje con motivo de la 43 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2010 y que tiene como lema "Si quieres promover la paz protege la naturaleza", presentado hoy por el cardenal Renato Raffaele Martino, presidente emérito del Consejo Pontificio Justicia y Paz.
El mensaje papal coincide en el tiempo con la Cumbre del Cambio Climático que se celebra estos días en Copenhague.
En su mensaje, el Papa afirma que "aunque es cierto que debido a la crueldad del hombre contra el hombre, hay muchas amenazas para la paz y el desarrollo humano, como son las guerras, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos, "no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido y el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado".
Por ello, precisó, es "indispensable" que la humanidad renueve y refuerce la "alianza entre ser humano y el medio ambiente".
"¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas derivados del cambio climático, la desertización, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de fenómenos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales?", se preguntó el Pontífice.
El Obispo de Roma también se refirió a las personas que tienen que abandonar los lugares donde viven, los "prófugos ambientales", a causa de su deterioro y dijo que el hombre tiene que buscar una solución.
Asimismo, señaló que la humanidad necesita "una profunda renovación cultural, redescubrir los valores que constituyen las bases para construir un mundo mejor", ya que las crisis por las que el mundo está atravesando actualmente, ya sean de carácter económico, alimentario, ambiental y social "son el fondo "crisis morales, relacionadas entre sí".
Benedicto XVI subrayó que compete a la comunidad internacional y a los gobiernos nacionales dar las indicaciones oportunas para contrarrestar de manera eficaz una utilización del medio ambiente que lo perjudique, echando mano para ello a normas jurídicas y económicas y teniendo en cuenta la solidaridad para con quienes habitan las regiones más pobres de la tierra.
El Pontífice agregó que la crisis ecológica muestra la urgencia de una solidaridad que se proyecte en el espacio y el tiempo y que aunque hay que reconocer la responsabilidad histórica de los países industrializados, los menos industrializados, "particularmente los emergentes, no están eximidos de la propia responsabilidad respecto a la creación".
El Papa afirmó que es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a "la sobriedad", a disminuir el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso.
Según el Papa Ratzinger, las medidas para afrontar la crisis medioambiental podrían lograrse más fácilmente "si no hubiera tantos cálculos interesados en la asistencia y la transferencia de conocimientos y tecnologías más limpias".
Benedicto XVI abogó por la promoción de energías con menor impacto ambiental, aprovechar la gran potencialidad de la energía solar y políticas para el desarrollo rural y la gestión de los bosques y para el tratamiento de los desperdicios, todo ello con el objetivo de contrarrestar el cambio climático y la lucha contra la pobreza
En definitiva -escribió- es necesario superar la lógica del mero consumo para promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos".
"La crisis ecológica brinda una oportunidad histórica para cambiar el modelo de desarrollo global siguiendo una dirección más respetuosa con la creación y de un desarrollo humano integral, inspirado en los valores propios de la caridad en la verdad", afirmó el Papa.
Benedicto XVI advirtió de que "ha llegado el momento" en que resulta indispensable un cambio de mentalidad efectivo, "que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida, ya que no se puede permanecer indiferente ante lo que ocurre en nuestro entorno, porque la degradación del planeta afectaría a todos".
-EFE-
Benedicto XVI así lo ha manifestado en su mensaje con motivo de la 43 Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1 de enero de 2010 y que tiene como lema "Si quieres promover la paz protege la naturaleza", presentado hoy por el cardenal Renato Raffaele Martino, presidente emérito del Consejo Pontificio Justicia y Paz.
El mensaje papal coincide en el tiempo con la Cumbre del Cambio Climático que se celebra estos días en Copenhague.
En su mensaje, el Papa afirma que "aunque es cierto que debido a la crueldad del hombre contra el hombre, hay muchas amenazas para la paz y el desarrollo humano, como son las guerras, atentados terroristas y violaciones de los derechos humanos, "no son menos preocupantes los peligros causados por el descuido y el abuso que se hace de la tierra y de los bienes naturales que Dios nos ha dado".
Por ello, precisó, es "indispensable" que la humanidad renueve y refuerce la "alianza entre ser humano y el medio ambiente".
"¿Cómo permanecer indiferentes ante los problemas derivados del cambio climático, la desertización, el deterioro y la pérdida de productividad de amplias zonas agrícolas, la contaminación de los ríos y de las capas acuíferas, la pérdida de la biodiversidad, el aumento de fenómenos naturales extremos, la deforestación de las áreas ecuatoriales y tropicales?", se preguntó el Pontífice.
El Obispo de Roma también se refirió a las personas que tienen que abandonar los lugares donde viven, los "prófugos ambientales", a causa de su deterioro y dijo que el hombre tiene que buscar una solución.
Asimismo, señaló que la humanidad necesita "una profunda renovación cultural, redescubrir los valores que constituyen las bases para construir un mundo mejor", ya que las crisis por las que el mundo está atravesando actualmente, ya sean de carácter económico, alimentario, ambiental y social "son el fondo "crisis morales, relacionadas entre sí".
Benedicto XVI subrayó que compete a la comunidad internacional y a los gobiernos nacionales dar las indicaciones oportunas para contrarrestar de manera eficaz una utilización del medio ambiente que lo perjudique, echando mano para ello a normas jurídicas y económicas y teniendo en cuenta la solidaridad para con quienes habitan las regiones más pobres de la tierra.
El Pontífice agregó que la crisis ecológica muestra la urgencia de una solidaridad que se proyecte en el espacio y el tiempo y que aunque hay que reconocer la responsabilidad histórica de los países industrializados, los menos industrializados, "particularmente los emergentes, no están eximidos de la propia responsabilidad respecto a la creación".
El Papa afirmó que es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a "la sobriedad", a disminuir el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso.
Según el Papa Ratzinger, las medidas para afrontar la crisis medioambiental podrían lograrse más fácilmente "si no hubiera tantos cálculos interesados en la asistencia y la transferencia de conocimientos y tecnologías más limpias".
Benedicto XVI abogó por la promoción de energías con menor impacto ambiental, aprovechar la gran potencialidad de la energía solar y políticas para el desarrollo rural y la gestión de los bosques y para el tratamiento de los desperdicios, todo ello con el objetivo de contrarrestar el cambio climático y la lucha contra la pobreza
En definitiva -escribió- es necesario superar la lógica del mero consumo para promover formas de producción agrícola e industrial que respeten el orden de la creación y satisfagan las necesidades primarias de todos".
"La crisis ecológica brinda una oportunidad histórica para cambiar el modelo de desarrollo global siguiendo una dirección más respetuosa con la creación y de un desarrollo humano integral, inspirado en los valores propios de la caridad en la verdad", afirmó el Papa.
Benedicto XVI advirtió de que "ha llegado el momento" en que resulta indispensable un cambio de mentalidad efectivo, "que lleve a todos a adoptar nuevos estilos de vida, ya que no se puede permanecer indiferente ante lo que ocurre en nuestro entorno, porque la degradación del planeta afectaría a todos".
-EFE-
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