´La Iglesia está llamada a reconocer y combatir las causas de la desigualdad y la injusticia´, dijo el papa Francisco en Filipinas.
El papa Francisco afirmó este jueves que la Iglesia debe combatir las causas de la injusticia y la desigualdad, en la homilía de la misa que celebró con los obispos del país en la catedral de Manila.
"Como los obispos han enseñado justamente en Filipinas, la Iglesia está llamada a reconocer y combatir las causas de la desigualdad y la injusticia, profundamente arraigada, que deforman el rostro de la sociedad filipina contradiciendo las enseñanzas de Cristo", dijo Francisco.
El pontífice argentino también improvisó respecto al discurso que tenía escrito y, hablando en inglés, destacó que "los pobres son el centro del Evangelio".
"Los pobres son el corazón del Evangelio. Si dejamos a los pobres fuera del Evangelio no podremos comprenderlo", exclamó.
Cerca 2.000 religiosos y religiosas todos vestidos en riguroso blanco, como se usa en Asia debido a las altas temperaturas, asistieron a la ceremonia en la que se habló en latín, inglés y también en tagalo.
A ellos se dirigió Francisco cuando les dijo que los religiosos deben "rechazar las perspectivas mundanas y ver todas las cosas de nuevo a la luz de Cristo, ser los primeros en examinarse la conciencias y reconocer las faltas y pecados".
Según Francisco, el gran peligro para los religiosos es dejarse llevar por "el materialismo".
"Sólo si llegamos a ser pobres, y eliminamos nuestra complacencia, seremos capaces de identificarnos con los últimos de nuestros hermanos y hermanas", agregó.
De esta manera, explicó el papa, se podrá responder "con honestidad e integridad al desafío de anunciar la radicalidad del Evangelio en una sociedad acostumbrada a la exclusión social, a la polarización y a una desigualdad escandalosa"
A los jóvenes sacerdotes, religiosos y seminaristas, Francisco les exhortó a que estén cerca de sus coetáneos, que "pueden estar confundidos y desanimados, pero siguen viendo a la Iglesia como compañera en el camino y una fuente de esperanza".
Les instó a mostrar cercanía "a aquellos que, viviendo en medio de una sociedad abrumada por la pobreza y la corrupción, están abatidos, tentados de darse por vencidos, de abandonar los estudios y vivir en las calles".
Así como, "a proclamar la belleza y la verdad del mensaje cristiano a una sociedad que está tentada por una visión confusa de la sexualidad, el matrimonio y la familia".
Francisco advirtió además de la presencia de "fuerzas poderosas que amenazan con desfigurar el plan de Dios sobre la creación y traicionan los verdaderos valores" de la cultura filipina.
EFE
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