La guerrilla colombiana de las FARC afirmó que sigue ´reclamando una oportunidad para la paz´, pero rechazan la rendición, en su primer pronunciamiento.
La guerrilla colombiana de las FARC afirmó hoy que sigue "reclamando una oportunidad para la paz, no para la rendición", en su primer pronunciamiento tras la muerte en un bombardeo de su jefe militar y figura clave de la organización, "Mono Jojoy".
"El único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante", subraya un comunicado del órgano de difusión de las FARC, la revista Resistencia, fechado hoy y divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a los rebeldes.
"Las demás estrategias solo contribuyen a prolongar la espiral de la guerra", sostienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al insistir en la invitación que le hizo su jefe máximo, Guillermo León Saenz ("Alfonso Cano"), al presidente Juan Manuel Santos para "sentarse a conversar".
Sin embargo, Santos les ha dicho a las FARC que solo dialogará con ellas si abandonan el terrorismo y el secuestro, y ayer, en una alocución desde Nueva York, prometió seguir con la lucha hasta que los guerrilleros se desmovilicen y entreguen las armas.
La guerrilla más antigua de América Latina perdió el miércoles en un bombardeo en la serranía de La Macarena, en las selvas del sur del país, a su jefe militar y segundo al mando, Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño Suárez" o "Mono Jojoy".
La muerte del "Mono Jojoy" es considerada el golpe más fuerte contra las FARC en sus más de 45 años de existencia, incluso superior a la de Luis Edgar Devia, alias "Raúl Reyes", que era el número dos y portavoz internacional de la guerrilla cuando fue abatido en un bombardeo en territorio ecuatoriano en marzo de 2008.
En medio de la euforia por el éxito de la "Operación Sodoma", como se bautizó al operativo conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía que acabó con el "Mono Jojoy", el Gobierno envió un mensaje muy claro a "Alfonso Cano" y a todos sus hombres: "entréguense, desmovilícense".
Pero los rebeldes respondieron hoy que "no es por la vía de la exterminación del contrario que Colombia encontrará la paz y la reconciliación".
Pese a los "avatares de la confrontación, seguiremos enfrentando mientras tengamos, como hasta hoy, el respaldo popular de las gentes humildes (...). Ahí está el secreto que nos proyecta al futuro tanto en las selvas como en las ciudades de Colombia", añaden las FARC.
También critican al "régimen" por "cantar una falsa y victoriosa aniquilación de la insurgencia".
"Mientras haya injusticia, desplazados y desterrados, acaparamiento de la tierra y la riqueza, bandas de narcotraficantes y paramilitares cogobernando, impunidad, corrupción, pobreza extrema (...) ahí seguirán apareciendo sin cesar los semilleros genuinos para la existencia de las FARC", señalan.
Además, adelantan que, "en su momento", el Secretariado (cúpula) de las FARC "habrá de comunicar la realidad de los hechos" en torno a la muerte del "Mono Jojoy" y acusan a la fuerzas de seguridad de Estado de usar "bombas de racimo", prohibidas por una ley internacional que entró en vigor en agosto pasado. EFE
"El único camino es la solución política y pacífica para el conflicto social y armado interno, y en ella somos y seremos factor determinante", subraya un comunicado del órgano de difusión de las FARC, la revista Resistencia, fechado hoy y divulgado por la Agencia de Noticias Nueva Colombia (Anncol), afín a los rebeldes.
"Las demás estrategias solo contribuyen a prolongar la espiral de la guerra", sostienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al insistir en la invitación que le hizo su jefe máximo, Guillermo León Saenz ("Alfonso Cano"), al presidente Juan Manuel Santos para "sentarse a conversar".
Sin embargo, Santos les ha dicho a las FARC que solo dialogará con ellas si abandonan el terrorismo y el secuestro, y ayer, en una alocución desde Nueva York, prometió seguir con la lucha hasta que los guerrilleros se desmovilicen y entreguen las armas.
La guerrilla más antigua de América Latina perdió el miércoles en un bombardeo en la serranía de La Macarena, en las selvas del sur del país, a su jefe militar y segundo al mando, Víctor Julio Suárez Rojas, alias "Jorge Briceño Suárez" o "Mono Jojoy".
La muerte del "Mono Jojoy" es considerada el golpe más fuerte contra las FARC en sus más de 45 años de existencia, incluso superior a la de Luis Edgar Devia, alias "Raúl Reyes", que era el número dos y portavoz internacional de la guerrilla cuando fue abatido en un bombardeo en territorio ecuatoriano en marzo de 2008.
En medio de la euforia por el éxito de la "Operación Sodoma", como se bautizó al operativo conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía que acabó con el "Mono Jojoy", el Gobierno envió un mensaje muy claro a "Alfonso Cano" y a todos sus hombres: "entréguense, desmovilícense".
Pero los rebeldes respondieron hoy que "no es por la vía de la exterminación del contrario que Colombia encontrará la paz y la reconciliación".
Pese a los "avatares de la confrontación, seguiremos enfrentando mientras tengamos, como hasta hoy, el respaldo popular de las gentes humildes (...). Ahí está el secreto que nos proyecta al futuro tanto en las selvas como en las ciudades de Colombia", añaden las FARC.
También critican al "régimen" por "cantar una falsa y victoriosa aniquilación de la insurgencia".
"Mientras haya injusticia, desplazados y desterrados, acaparamiento de la tierra y la riqueza, bandas de narcotraficantes y paramilitares cogobernando, impunidad, corrupción, pobreza extrema (...) ahí seguirán apareciendo sin cesar los semilleros genuinos para la existencia de las FARC", señalan.
Además, adelantan que, "en su momento", el Secretariado (cúpula) de las FARC "habrá de comunicar la realidad de los hechos" en torno a la muerte del "Mono Jojoy" y acusan a la fuerzas de seguridad de Estado de usar "bombas de racimo", prohibidas por una ley internacional que entró en vigor en agosto pasado. EFE
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