Hija de mafioso italiano denuncia el sufrimiento que vive su familia

Después de ver cómo en su familia sólo quedan mujeres fuera de la cárcel, María Concetta Riina, hija del sanguinario jefe de jefes de la Cosa Nostra siciliana, Totò Riina, denuncia el "calvario" y el "sufrimiento" presentes en su casa por llevar ese apellido.

"Espero que cambie todo. Por mí, por mi marido, por mis hijos. Querría una vida normal o casi normal. Querría trabajar. Querría que se me juzgase por lo que soy y hago. Querría, sobre todo, que mis hijos fueran considerados mañana hombres y mujeres como los demás", afirma María Concetta en una entrevista que publica hoy el diario italiano "La Repubblica".

"Digo sólo que sufro, sobre todo por Gianni (mi hermano), que es un niño, ha vivido muy poco su adolescencia. Y digo también que, según mi opinión, se podría evitar con él cierta saña", añade.

María Concetta vivió oculta, junto a sus hermanos Gianni, Salvo y Lucía, y su madre Ninetta, los diecinueve años que Totò Riina permaneció huido de la Justicia italiana, hasta que finalmente fue detenido el 15 de enero de 1993.

"Parecerá extraño... mi padre ha sido presentado como un sanguinario, cruel, casi un animal, alguien que incluso habría hecho matar a niños. Pero a mí, como hija, todo esto no me consta. Yo sé lo que me ha transmitido. Educación. Moralidad. Respeto", dice la hija de Riina.

"Es desde la mañana del 16 de enero de 1993 que no lo acaricio, ojalá no estuviera ese cristal (que nos separa en la cárcel)... Antes iba más a menudo a verlo a prisión, pero ahora es complicado, tengo tres hijos", añade.

Desde la detención de su padre, María Concetta vive sin ocultarse en la localidad de Corleone, en Sicilia, donde, dice, los vecinos han acogido a su familia con los brazos abiertos y en la que ahora disfruta de una "segunda vida".

Tras la detención de Riina "hemos podido hacer una cosa que no habíamos podido hacer antes: vernos cara a cara con nuestros familiares. Hemos visto a todas mis tías, a mi abuela"...

Para María Concetta lo más difícil es hoy por hoy encontrar trabajo, ya que las empresas italianas temen que el hecho de contratar a un Riina pueda acarrearles dificultades.

Tras una cruenta guerra entre clanes, Salvatore "Totò" Riina asumió en la década de los ochenta la jefatura de la Cosa Nostra siciliana junto a Bernardo Provenzano.

Fue la detención en 2006 de Provenzano y en 2007 de su sucesor, Salvatore lo Piccolo, lo que llevó a la Policía italiana a dar por descabezado el grupo mafioso.

El pasado diciembre una nueva operación policial llevó a la detención de más de noventa personas acusadas de querer reorganizar la cúpula del grupo mafioso siciliano.