La ciudadana holandesa fue ejecutada en Teherán acusada de tráfico de drogas. El hecho fue duramente criticado por el Gobierno holandés.
El Gobierno holandés ha decidido hoy “congelar contactos” con Irán tras conocer que la República Islámica ha ejecutado a la ciudadana de doble nacionalidad iraní-holandesa Sahra Bahrami, acusada de tráfico de drogas.
Holanda ha puesto en suspenso "todo contacto diplomático" con Irán tras conocer la noticia, ha informado la radio holandesa Radio 1 citando a fuentes del ministerio de Asuntos Exteriores.
Ese ministerio habría llamado a consultas esta misma tarde al embajador de Irán en La Haya. Ha sido el alto diplomático iraní en Holanda quien ha confirmado la muerte de Bahrami a las autoridades holandesa, que han calificado el episodio de "propio de un régimen bárbaro".
Detenida en 2009 en Teherán, además de cargos por tráfico de droga se la acusaba de pertenecer a un grupo de oposición al presidente Mahmud Ahmadinejad.
-EFE-
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