La ordenanza municipal prevé 500 euros de multa a quienes no expongan el crucifijo en lugares públicos, informaron medios italianos.
Varios municipios italianos se han rebelado ante la sentencia del Tribunal de Estrasburgo contra la exhibición obligatoria de crucifijos en las escuelas y han dictado normas para obligar a exponerlo, bajo multas de 500 euros.
Uno de estos pueblos es Trivolzio, con mil habitantes y en la provincia norteña de Pavía, cuyo alcalde, Paolo Bremi, firmó una ordenanza municipal que prevé 500 euros de multa a quienes no expongan el crucifijo en lugares públicos, informaron hoy los medios italianos.
El alcalde de Enna, ciudad de 30.000 habitantes, en el centro de Sicilia, Rino Agnello, firmó hoy otra ordenanza que establece también multas de 500 euros a quienes quiten los crucifijos de las escuelas de la población.
Agnello invitó a los otros alcaldes italianos mantener los crucifijos en las escuelas y dijo que el crucifijo en las aulas no es una "imposición religiosa, sino un símbolo".
El edil aseguró que un crucifijo colgado en una pared de una escuela "no lesiona los principios de laicidad del estado".
En esa misma línea, el alcalde de Sassuolo, en la provincia de Módena (centro norte), Luca Caselli, repartió medio centenar de crucifijos en las escuelas de la localidad y en algunos casos incluso los colgó él personalmente.
El concejal de Nápoles (sur) Ciro Signoriello, del PDL (el partido conservador de Silvio Berlusconi) colocó hoy en su banco del ayuntamiento napolitano un crucifijo, para "afrentar" el comportamiento de la alcaldesa de la ciudad, la católica Rosa Russo Iervolino.
Signoriello, según dijo, no entiende el comportamiento de Russo Iervolino, "que no expresado una posición clara y decidida" sobre la sentencia de Estrasburgo.
Tras conocer la sentencia, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que misma no impedirá que sigan los Cristos en las aulas de Italia porque es "una decisión no vinculante".
El 3 de noviembre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estimó que la exhibición obligatoria de crucifijos en las aulas es contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus creencias y al de libertad de religión de los alumnos.
EFE
Uno de estos pueblos es Trivolzio, con mil habitantes y en la provincia norteña de Pavía, cuyo alcalde, Paolo Bremi, firmó una ordenanza municipal que prevé 500 euros de multa a quienes no expongan el crucifijo en lugares públicos, informaron hoy los medios italianos.
El alcalde de Enna, ciudad de 30.000 habitantes, en el centro de Sicilia, Rino Agnello, firmó hoy otra ordenanza que establece también multas de 500 euros a quienes quiten los crucifijos de las escuelas de la población.
Agnello invitó a los otros alcaldes italianos mantener los crucifijos en las escuelas y dijo que el crucifijo en las aulas no es una "imposición religiosa, sino un símbolo".
El edil aseguró que un crucifijo colgado en una pared de una escuela "no lesiona los principios de laicidad del estado".
En esa misma línea, el alcalde de Sassuolo, en la provincia de Módena (centro norte), Luca Caselli, repartió medio centenar de crucifijos en las escuelas de la localidad y en algunos casos incluso los colgó él personalmente.
El concejal de Nápoles (sur) Ciro Signoriello, del PDL (el partido conservador de Silvio Berlusconi) colocó hoy en su banco del ayuntamiento napolitano un crucifijo, para "afrentar" el comportamiento de la alcaldesa de la ciudad, la católica Rosa Russo Iervolino.
Signoriello, según dijo, no entiende el comportamiento de Russo Iervolino, "que no expresado una posición clara y decidida" sobre la sentencia de Estrasburgo.
Tras conocer la sentencia, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dijo que misma no impedirá que sigan los Cristos en las aulas de Italia porque es "una decisión no vinculante".
El 3 de noviembre el Tribunal Europeo de Derechos Humanos estimó que la exhibición obligatoria de crucifijos en las aulas es contraria al derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus creencias y al de libertad de religión de los alumnos.
EFE
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