La temporada ha sido calificada como ´atípica y bastante intensa´. Se teme que la situación se agrave en las próximas horas ante la previsión de nuevas lluvias.
La actual temporada de lluvias en México ha dejado desde mayo al menos 39 muertos y unos 250.000 damnificados en las zonas sur y sureste del país, donde decenas de municipios siguen incomunicados y se teme que la situación se agrave en las próximas horas ante la previsión de nuevas lluvias, según fuentes oficiales.
A las 37 víctimas que se llevaban hasta este fin de semana por una temporada calificada como "atípica y bastante intensa" por Laura Gurza, titular de la Coordinadora General de Protección Civil, hay que añadir otras dos en el sureño estado de Oaxaca.
Se decretó emergencia en los estados de Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala y San Luis Potosí y están activos todos los protocolos de Defensa, Marina y Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como los sistemas municipales y estatales, dijo a Efe Gurza.
La difícil situación que afecta a México se podría agravar con las previsiones que anuncian hoy lluvias intensas para todo el país -excepto para el estado de Baja California Sur- y por la posible llegada mañana de la tormenta tropical "Hermine", que puede convertirse en huracán en cualquier momento.
El Centro Nacional de Huracanes de Miami (EE.UU.) emitió una alerta por el avance de dicho meteoro, cuyo centro se situaba 135 kilómetros al este del estado de Tamaulipas, por lo que México emitió una vigilancia de huracán desde el río San Fernando hacia el norte de la desembocadura del Río Grande.
Mientras tanto, decenas de municipios mexicanos siguen aislados y solo reciben asistencia vía aérea. El ministerio de Salud está aplicando vacunas preventivas "para que no se complique aún más la presencia del dengue" con la crecida de las aguas, según Gurza.
Las franjas de mayor riesgo en este momento son las cuencas de los ríos Papaloapan, Pánuco, Bravo y Grijalva, donde se lleva a cabo a marchas forzadas trabajos de refuerzo de bordes con maquinaria que se ha desplazado a la zona nordeste, este y sudeste de México.
Las clases han sido suspendidas en Oaxaca, lo que afecta a unos 200.000 alumnos, y en algunas zonas de Veracruz y se espera que la llegada de "Hermine" obligue mañana a adoptar la misma medida en Tamaulipas, Hidalgo, Puebla, Nuevo León, Veracruz y Coahuila.
En ese estado las lluvias han costado la vida a once personas en las últimas tres semanas y hay al menos 150.000 damnificados y una docena de ríos desbordados, informaron hoy fuentes municipales.
En el estado de Veracruz, 79 de sus 212 municipios llevan 19 días con graves daños y, entre los afectados de forma directa y los que lo son indirectamente, la cifra podría rondar las 500.000 personas, reportó hoy el gobernador Fidel Herrera.
En conferencia de prensa, calificó como "histórico" el crecimiento de las Cuencas del Papaloapan y Coatzacoalcos -los más grandes del sur y sureste del país- que obligó a desalojar a 45.000 personas de sus hogares.
En las últimas tres semanas se han desbordado 18 ríos y 11 arroyos, lo que ha dejado severos daños en infraestructura carretera, educativa y en cultivos de 79 municipios, 55 de los cuales fueron declarados en emergencia.
El punto más crítico es Tlacotalpan, recientemente declarado patrimonio cultural de la humanidad, donde fueron evacuados 25.000 habitantes al cubrir el Río Papaloapan toda la cabecera municipal, con niveles de hasta 3,35 metros en varios puntos.
Mientras en el estado de Tabasco (sudeste), siguen afectadas decenas de miles de personas, aunque sólo 2.000 están refugiados en albergues y una cifra similar se niega a abandonar sus casas pese a la crecida de los ríos en la capital, Villahermosa.
El gobernador de Tabasco, Andrés Granier, pidió hoy a la población de 12 localidades de la zona sur y este de Villahermosa que, "por su bien", permitan su evacuación y ocupen alguno de los 43 albergues habilitados en once municipios.
Después de dos semanas han bajado los niveles de los ríos aunque el Samaria continuó dañando casas y cultivos y el Usumacinta se desbordó y dejó incomunicadas a unas 15.000 personas de una decena de municipios a las que sólo se accede en embarcaciones.
Por último, en el sureño estado de Guerrero, unas 550 casas de la franja costera fueron afectadas y sus ocupantes evacuados por las inundaciones y deslizamientos de tierras, que también han dañado a carreteras que mantienen incomunicadas a algunas zonas. EFE
A las 37 víctimas que se llevaban hasta este fin de semana por una temporada calificada como "atípica y bastante intensa" por Laura Gurza, titular de la Coordinadora General de Protección Civil, hay que añadir otras dos en el sureño estado de Oaxaca.
Se decretó emergencia en los estados de Tabasco, Chiapas, Veracruz, Oaxaca, Tlaxcala y San Luis Potosí y están activos todos los protocolos de Defensa, Marina y Comisión Nacional del Agua (Conagua), así como los sistemas municipales y estatales, dijo a Efe Gurza.
La difícil situación que afecta a México se podría agravar con las previsiones que anuncian hoy lluvias intensas para todo el país -excepto para el estado de Baja California Sur- y por la posible llegada mañana de la tormenta tropical "Hermine", que puede convertirse en huracán en cualquier momento.
El Centro Nacional de Huracanes de Miami (EE.UU.) emitió una alerta por el avance de dicho meteoro, cuyo centro se situaba 135 kilómetros al este del estado de Tamaulipas, por lo que México emitió una vigilancia de huracán desde el río San Fernando hacia el norte de la desembocadura del Río Grande.
Mientras tanto, decenas de municipios mexicanos siguen aislados y solo reciben asistencia vía aérea. El ministerio de Salud está aplicando vacunas preventivas "para que no se complique aún más la presencia del dengue" con la crecida de las aguas, según Gurza.
Las franjas de mayor riesgo en este momento son las cuencas de los ríos Papaloapan, Pánuco, Bravo y Grijalva, donde se lleva a cabo a marchas forzadas trabajos de refuerzo de bordes con maquinaria que se ha desplazado a la zona nordeste, este y sudeste de México.
Las clases han sido suspendidas en Oaxaca, lo que afecta a unos 200.000 alumnos, y en algunas zonas de Veracruz y se espera que la llegada de "Hermine" obligue mañana a adoptar la misma medida en Tamaulipas, Hidalgo, Puebla, Nuevo León, Veracruz y Coahuila.
En ese estado las lluvias han costado la vida a once personas en las últimas tres semanas y hay al menos 150.000 damnificados y una docena de ríos desbordados, informaron hoy fuentes municipales.
En el estado de Veracruz, 79 de sus 212 municipios llevan 19 días con graves daños y, entre los afectados de forma directa y los que lo son indirectamente, la cifra podría rondar las 500.000 personas, reportó hoy el gobernador Fidel Herrera.
En conferencia de prensa, calificó como "histórico" el crecimiento de las Cuencas del Papaloapan y Coatzacoalcos -los más grandes del sur y sureste del país- que obligó a desalojar a 45.000 personas de sus hogares.
En las últimas tres semanas se han desbordado 18 ríos y 11 arroyos, lo que ha dejado severos daños en infraestructura carretera, educativa y en cultivos de 79 municipios, 55 de los cuales fueron declarados en emergencia.
El punto más crítico es Tlacotalpan, recientemente declarado patrimonio cultural de la humanidad, donde fueron evacuados 25.000 habitantes al cubrir el Río Papaloapan toda la cabecera municipal, con niveles de hasta 3,35 metros en varios puntos.
Mientras en el estado de Tabasco (sudeste), siguen afectadas decenas de miles de personas, aunque sólo 2.000 están refugiados en albergues y una cifra similar se niega a abandonar sus casas pese a la crecida de los ríos en la capital, Villahermosa.
El gobernador de Tabasco, Andrés Granier, pidió hoy a la población de 12 localidades de la zona sur y este de Villahermosa que, "por su bien", permitan su evacuación y ocupen alguno de los 43 albergues habilitados en once municipios.
Después de dos semanas han bajado los niveles de los ríos aunque el Samaria continuó dañando casas y cultivos y el Usumacinta se desbordó y dejó incomunicadas a unas 15.000 personas de una decena de municipios a las que sólo se accede en embarcaciones.
Por último, en el sureño estado de Guerrero, unas 550 casas de la franja costera fueron afectadas y sus ocupantes evacuados por las inundaciones y deslizamientos de tierras, que también han dañado a carreteras que mantienen incomunicadas a algunas zonas. EFE
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