Movilizaciones silenciosas y pacíficas concluyeron con una serie de enfrentamientos en la plaza de Azadi y brotes de violencia en otros puntos de la capital.
Al menos siete personas murieron en enfrentamientos entre milicianos islámicos "Basij" y seguidores del candidato opositor Mir Husein Musaví, quien denunció fraude electoral, informó Efe.
"Un grupo de manifestantes quiso atacar un puesto militar e realizó numerosos actos vandálicos contra el mobiliario público en la plaza de Azadi. Desgraciadamente siete personas murieron y varias otras resultaron heridas", informó la radio nacional iraní Payam.
Aún no se ha especificado si los muertos eran seguidores de Musaví o milicianos Basij, que desde hace tres días han tomado las calles de Teherán para reprimir las protestas contra la polémica reelección de Ahmadineyad.
Varias personas más resultaron heridas en choques entre los grupos de "Basij" y los manifestantes, que acudieron en masa a la manifestación convocada por la oposición pese a las advertencias de las autoridades.
Casi un millón de personas desafiaron la prohibición del Ministerio de Interior, que responsabilizó a Musaví de lo que pudiera pasar si la concentración, considerada ilegal, se llevaba finalmente a cabo.
Durante la manifestación, varios estudiantes denunciaron que otras cuatro personas murieron el pasado fin de semana en enfrentamientos con la Policía en la residencia del campus de la Universidad de Teherán.
Los opositores acusan al Gobierno de haber manipulado los resultados de las elecciones presidenciales del pasado viernes, que según el Ministerio de Interior ganó el actual presidente del país, Mahmud Ahmadineyad, con una amplia mayoría.
EFE
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