Medvédev calificó la negligencia de una "amenaza para la seguridad nacional de Rusia" y exigió combatir ese fenómeno con "medidas penales".
El presidente ruso, Dimitri Medvédev, exigió hoy castigar con "máxima dureza" a los "canallas irresponsables", incluidos funcionarios, culpables del incendio en un club nocturno de Perm, en los Urales, que se cobró más de un centenar de muertos.
"Está claro que los dueños (del club) y organizadores de ese espectáculo son unos canallas irresponsables. Pero también hay que esclarecer el papel de las estructuras estatales, incluidas las federales", declaró Medvédev al fiscal general ruso, Yuri Chaika.
Ante las cámaras de televisión, el jefe del Kremlin calificó la negligencia de una "amenaza para la seguridad nacional de Rusia" y exigió combatir ese fenómeno con "medidas penales, administrativas y financieras" y castigar a los responsables "con máxima dureza".
"Lo que ocurrió en Perm está más allá de la noción del bien y el más", dijo Medvédev sobre la tragedia, el número de cuyas víctimas mortales aumentó hoy hasta las 119 personas, además de decenas de heridos, que sufrieron quemaduras, contusiones e intoxicación.
El Comité de Instrucción de la Fiscalía rusa presentó ayer formalmente acusaciones a cuatro detenidos que se encuentran en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el incendio ocurrido en el club "El Caballo Cojo".
Las acusaciones fueron presentadas a la gerente ejecutiva del club, su director artístico, a unos de los propietarios y al director de la compañía que instaló los fuegos artificiales, que según la investigación preliminar causaron el incendio.
Pero Medvédev y el primer ministro ruso, Vladímir Putin, exigieron hoy pedir responsabilidades asimismo a los funcionarios que hicieron posible esa tragedia, y el fiscal general aseguró que los culpables serán investigados y castigados con dureza.
El ministro ruso de Situaciones de Emergencia, Serguéi Shoigú, destituyó hoy mismo al jefe del departamento antiincendios de Perm y a sus adjuntos, mientras el gobernador de la región del mismo nombre defenestró al jefe del distrito donde ocurrió la tragedia.
EFE
"Está claro que los dueños (del club) y organizadores de ese espectáculo son unos canallas irresponsables. Pero también hay que esclarecer el papel de las estructuras estatales, incluidas las federales", declaró Medvédev al fiscal general ruso, Yuri Chaika.
Ante las cámaras de televisión, el jefe del Kremlin calificó la negligencia de una "amenaza para la seguridad nacional de Rusia" y exigió combatir ese fenómeno con "medidas penales, administrativas y financieras" y castigar a los responsables "con máxima dureza".
"Lo que ocurrió en Perm está más allá de la noción del bien y el más", dijo Medvédev sobre la tragedia, el número de cuyas víctimas mortales aumentó hoy hasta las 119 personas, además de decenas de heridos, que sufrieron quemaduras, contusiones e intoxicación.
El Comité de Instrucción de la Fiscalía rusa presentó ayer formalmente acusaciones a cuatro detenidos que se encuentran en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en el incendio ocurrido en el club "El Caballo Cojo".
Las acusaciones fueron presentadas a la gerente ejecutiva del club, su director artístico, a unos de los propietarios y al director de la compañía que instaló los fuegos artificiales, que según la investigación preliminar causaron el incendio.
Pero Medvédev y el primer ministro ruso, Vladímir Putin, exigieron hoy pedir responsabilidades asimismo a los funcionarios que hicieron posible esa tragedia, y el fiscal general aseguró que los culpables serán investigados y castigados con dureza.
El ministro ruso de Situaciones de Emergencia, Serguéi Shoigú, destituyó hoy mismo al jefe del departamento antiincendios de Perm y a sus adjuntos, mientras el gobernador de la región del mismo nombre defenestró al jefe del distrito donde ocurrió la tragedia.
EFE
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