"Yo me retiro y me voy a mi hogar", dijo el mandatario de facto tras manifestar su seguridad "de que (Zelaya y su gente) van a emprender una campaña de persecución".
"Estamos totalmente seguros de que (Zelaya y su gente) van a emprender una campaña de persecución", afirmó Micheletti, en declaraciones a la cadena de televisión CNN.
El gobernante de facto, que fue nombrado por el Congreso en lugar de Zelaya el 28 de junio después de que éste fuera expulsado del país por los militares, admitió tras cuatro meses de presiones internacionales la posibilidad de que aquél regrese al poder si el Congreso así lo decide, según un acuerdo firmado hoy mismo.
"Pero no tengo ningún cuidado, ningún miedo, nosotros tenemos juzgados, lo que hicimos fue enmarcado dentro de la Constitución literalmente", declaró.
Micheletti explicó que "mientras no haya un arreglo político como Dios quiere" y no se nombre a un nuevo presidente, se siente "en la obligación de continuar en el poder.
En caso de que el Legislativo decida que Zelaya debe volver a la jefatura de Estado, aseguró que se retiraría porque los legisladores ya nombraron a un nuevo presidente del Congreso, cargo que él ocupaba antes de ser nombrado gobernante interino.
"Yo me retiro y me voy a mi hogar a trabajar en cosas del negocio", añadió.
Sin embargo, negó que planee retirarse de la política y adelantó que, cuando surja un nuevo mandatario en las elecciones del 29 de noviembre, se pondrá a su disposición.
"Nosotros, el 29 de noviembre, vamos a elegir a un nuevo presidente, yo voy a ir a saludarlo, a buscar la forma de contribuir en lo que yo pueda", señaló.
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