A la llegada al Palacio de Marivent, Michelle Obama y su hija fueron recibidas por los reyes y la princesa, quienes saludaron afectuosamente a sus invitadas.
La primera dama estadounidense, Michelle Obama, y su hija Sasha compartieron hoy sus últimas horas de vacaciones en España con los reyes, Juan Carlos y Sofía, en un almuerzo privado ofrecido en su honor en el Palacio de Marivent, de Palma de Mallorca, en las Islas Baleares.
La agenda privada en Mallorca de la esposa y la hija menor del presidente Barack Obama se limitó a esta visita a la residencia de verano de la Familia Real, donde también estaba la princesa de Asturias, Letizia Ortíz, y la infanta Elena, la hija mayor de los reyes, con sus dos hijos.
Michelle y Sasha llegaron al Palacio poco después del mediodía, después de viajar en avión desde Málaga, en andalucía (sur), donde había estado los últimos cuatro días, y, después del almuerzo privado, abandonaron el Palacio para ir al aeropuerto local y embarcar en el avión en el que regresarían a Washington.
A su llegada a Mallorca, al mediodía, Michelle Obama era esperada por las autoridades locales, el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza; el embajador estadounidense en España, Alan Solomont, y el español en Estados Unidos, Jorge Dezcallar.
A la llegada al Palacio, Michelle Obama y su hija fueron recibidas por los reyes y la princesa, quienes saludaron afectuosamente a sus invitadas antes de posar para una foto de familia.
A petición estadounidense, estaba previsto que Sasha no formara parte de la foto de familia, y el rey veló para que se cumpliera ese deseo, pero la madre de la pequeña la llamó para que se incorporara al grupo y posó también para los numerosos medios gráficos junto al rey, antes de acceder los cinco al interior de la residencia.
Gazpacho andaluz con guarnición, suprema de rodaballo a la plancha, escalopines de ternera a la mostaza, arroz oriental con salteado de setas y tumbet mallorquín, fueron los platos ofrecidos a las invitadas estadounidenses antes del postre, una selección de frutas con helado.
Los vinos elegidos fueron uno blanco, de Rueda, y uno tinto de Rioja.
El rey obsequió a Michelle Obama con unas semillas de plantas hortícolas españolas para que pueda enriquecer con ellas su huerto, y la reina eligió unos collares de artesanía y bisutería isleña como detalle de bienvenida para la primera dama, para Sasha y para su hermana mayor, Malia, que se encuentra estos días en un campamento de verano en EEUU.
En Marivent no estuvo el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, quien viajaba a España de regreso tras asistir este sábado en Bogotá a la investidura del nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ni la infanta Cristina.
Con esta visita a la Familia Real en Mallorca terminaron hoy Michelle y Sasha Obama sus vacaciones en España, después que llegasen el pasado miércoles a un complejo hotelero en el municipio andaluz de Benahavís (Málaga) para disfrutar de unos días de descanso durante los cuales visitaron las ciudades andaluzas de Marbella, Granada y Ronda. EFE
La agenda privada en Mallorca de la esposa y la hija menor del presidente Barack Obama se limitó a esta visita a la residencia de verano de la Familia Real, donde también estaba la princesa de Asturias, Letizia Ortíz, y la infanta Elena, la hija mayor de los reyes, con sus dos hijos.
Michelle y Sasha llegaron al Palacio poco después del mediodía, después de viajar en avión desde Málaga, en andalucía (sur), donde había estado los últimos cuatro días, y, después del almuerzo privado, abandonaron el Palacio para ir al aeropuerto local y embarcar en el avión en el que regresarían a Washington.
A su llegada a Mallorca, al mediodía, Michelle Obama era esperada por las autoridades locales, el jefe de la Casa del Rey, Alberto Aza; el embajador estadounidense en España, Alan Solomont, y el español en Estados Unidos, Jorge Dezcallar.
A la llegada al Palacio, Michelle Obama y su hija fueron recibidas por los reyes y la princesa, quienes saludaron afectuosamente a sus invitadas antes de posar para una foto de familia.
A petición estadounidense, estaba previsto que Sasha no formara parte de la foto de familia, y el rey veló para que se cumpliera ese deseo, pero la madre de la pequeña la llamó para que se incorporara al grupo y posó también para los numerosos medios gráficos junto al rey, antes de acceder los cinco al interior de la residencia.
Gazpacho andaluz con guarnición, suprema de rodaballo a la plancha, escalopines de ternera a la mostaza, arroz oriental con salteado de setas y tumbet mallorquín, fueron los platos ofrecidos a las invitadas estadounidenses antes del postre, una selección de frutas con helado.
Los vinos elegidos fueron uno blanco, de Rueda, y uno tinto de Rioja.
El rey obsequió a Michelle Obama con unas semillas de plantas hortícolas españolas para que pueda enriquecer con ellas su huerto, y la reina eligió unos collares de artesanía y bisutería isleña como detalle de bienvenida para la primera dama, para Sasha y para su hermana mayor, Malia, que se encuentra estos días en un campamento de verano en EEUU.
En Marivent no estuvo el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, quien viajaba a España de regreso tras asistir este sábado en Bogotá a la investidura del nuevo presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ni la infanta Cristina.
Con esta visita a la Familia Real en Mallorca terminaron hoy Michelle y Sasha Obama sus vacaciones en España, después que llegasen el pasado miércoles a un complejo hotelero en el municipio andaluz de Benahavís (Málaga) para disfrutar de unos días de descanso durante los cuales visitaron las ciudades andaluzas de Marbella, Granada y Ronda. EFE
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