Misión cumplida: Finaliza con éxito histórico rescate de los 33 mineros

En un hecho inédito que será recordado como la operación de rescate más importante de la historia contemporánea se puso fin a la odisea que vivieron los 33 mineros atrapados por 70 días en la mina San José, tiempo en el que pasaron de ser unos perfectos desconocidos a convertirse en los hombres más populares en todo el mundo. 

La operación denominada "San Lorenzo" concitó la atención de medios internacionales, los mismos que enviaron a la ciudad norteña de Copiapó (Atacama) a sus hombres de prensa.

Del mismo modo lo hizo RPP que despachó en vivo desde la zona gracias al aporte de su enviado especial, Carlos Villarreal.

Todo duró un promedio de 24 horas, desde las primeras pruebas de ensayo hasta la salida del último hombre, el rescatista Manuel Gonzáles, designado también como el primero en descender a los 700 metros de profundidad.   

Un par de horas antes pisó la superficie el último de los mineros Luis Urzúa, un topógrafo de 54 años y jefe del grupo, quien generó gran expectativa, tal como lo hizo el primero de los mineros en ser rescatado Florencio Ávalos.

La nota efusiva la puso Mario Sepúlveda, tras su salida de la cápsula "Fénix 2", repartiendo a todas las autoridades, entre ellas el presidente Sebastián Piñera, piedras que había traído como recuerdo del interior del refugio.

Muchas otras anécdotas se vivieron mientras uno a uno salían los mineros, a la vez que se evidenciaban todos los sentimientos propios de un momento trascendental en la historia de un país.

Niños llorando por volver a abrazar a sus padres, mujeres dispuestas a vivir un segundo romance con el hombre al que creían perdido, pedidas de mano, nacimiento de hijos, gritos de emoción característicos de una victoria mundialista; también el amor de madres desesperadas y el resentimiento de mujeres a las que les sirvió el suceso para descubrir la infidelidad del cónyuge.

Permanecieron en la oscuridad sucios, semidesnudos y sin afeitar, sin embargo al momento de emerger de la tierra los mineros tenían que hacerlo vestidos de acuerdo a la ocasión: bien afeitados y con sus trajes y casco de protección bien colocados.

Finalmente mientras cada uno de los mineros eran trasladados al hospital de Copiapó con el objetivo de recibir la evaluación médida y tras la salida del último de ellos, el mandatario chileno no resistió las ganas de gritar un "¡Viva Chile mierda!", que le sirvió para defogar toda la tensión que llevaba cargada desde que empezó el rescate.

Inmediatamente, centenares de chilenos salieron de sus viviendas portando banderas nacionales y abarrotando las principales plazas del país para manifestar su alegría por el triunfo vivido.

De ese modo quedaron solo por salir los seis rescatistas que se encontraban en el interior del refugio, los mismos mostraron a la cámara ubicada en el lugar un cartel en el que se leía: "Misión cumplida Chile".

Manuel Gonzáles, último de los seis rescatistas que salió del lugar cerró magistralmente el histórico operativo cuando al llegar a la superficie le dijo al presidente Sebastián Piñera mirándolo a los ojos: "Lo primero que pensé al salir de la mina, señor presidente, fue que ojalá nunca más pase esto que acaba de pasar. Que nunca más los trabajadores estén en condiciones precarias".