Obama aseguró que la reforma contendrá protección para aquellos con seguro médico y la obligatoriedad de que quienes se lo puedan permitir cuenten con un seguro sanitario.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró que hay un "amplio consenso" sobre cerca del 80 por ciento del contenido de la reforma sanitaria.
En su discurso ante las dos Cámaras del Congreso sobre la reforma sanitaria, Obama aseguró que la reforma contendrá "protección para aquellos con seguro médico, un sistema que permita a los individuos y empresas adquirir cobertura asequible y la obligatoriedad de que quienes se lo puedan permitir cuenten con un seguro sanitario".
"Creo que hay un amplio consenso en torno a estos aspectos del plan", dijo Obama, si bien admitió que "persisten por resolver detalles significativos".
El acuerdo, señaló, ronda "el ochenta por ciento de lo que es necesario hacer, lo que nos deja más cerca que nunca del objetivo de la reforma".
"Se ha acabado el momento de las rencillas, se ha acabado el momento del politiqueo. Ha llegado el momento de actuar", consideró Obama, quien apuntó no sólo a la necesidad moral de reformar un sistema que excluye de la cobertura sanitaria a 47 millones de ciudadanos sino que gasta 1,5 veces más por persona que cualquier otro país.
Si no se hace nada "nuestro déficit crecerá, más familias irán a la quiebra, más empresas cerrarán" y "más gente morirá".
El mandatario estadounidense aseguró que la reforma sanitaria proporcionará "más seguridad y estabilidad para quienes cuentan con seguro médico", pues las compañías aseguradoras no podrán negar cobertura por problemas médicos preexistentes, entre otras cosas.
También se creará una Bolsa de seguros médicos en un plazo de cuatro años que permitirá, según consideró, recortar los costes de la cobertura.
Las grandes empresas tendrán la obligación de ofrecer seguro médico a sus empleados. Y los individuos tendrán la obligación de estar asegurados, "igual que en la mayoría de los estados es obligatorio el seguro de automóvil", señaló.
Habrá excepciones, puntualizó, para aquellos que verdaderamente no puedan permitírselo.
En este sentido, defendió uno de los apartados más polémicos de la reforma, la opción pública, un seguro médico patrocinado por el Estado que "sólo sería una opción para aquellos que no tienen cobertura".
En respuesta a los detractores de esta posibilidad, que creen que causaría un deterioro de las prestaciones médicas y competiría de modo desleal con el sector privado, Obama aseguró que esa opción sería "autosuficiente" y se sufragaría con las primas que cobrará.
"No soy el primer presidente en adoptar la causa de la reforma sanitaria, pero estoy decidido a ser el último", aseguró Obama.
EFE
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