El hombre de prensa Ray Gosling reabrió el debate sobre la eutanasia en el Reino Unido, al reconocer que ayudó a morir a su pareja, quien estaba enfermo de sida.
El periodista de la BBC Ray Gosling reabrió el debate sobre la eutanasia en el Reino Unido, al reconocer en un documental emitido por la cadena pública que en el pasado ayudó a morir a su pareja, enfermo de sida, cuando los dolores de la enfermedad se volvieron insufribles.
Gosling, de 70 años, hizo esta sorprendente revelación durante la grabación del programa "East Midlands Inside Out" que se emitió anoche en el canal BBC1 y del que hoy se hacen eco los medios británicos.
El guionista y periodista de Nottingham confesó que asfixió con una almohada a su amante enfermo, cuya identidad no reveló, y con el que tenía un pacto para ayudarle a morir en caso de que los dolores que sufría aumentaran de una forma extrema.
"Una vez maté a alguien... Era mi amante y tenía sida. Cogí la almohada y le asfixié con ella hasta que murió y no me arrepiento. Hice lo correcto", confiesa Gosling.
Aunque omite todo detalle sobre el lugar y el momento en que sucedió, el reportero "freelance" explicó que su ex pareja se encontraba hospitalizado y que los médicos le habían asegurado que ya no podían hacer nada más por él.
"Le pedí al médico que me dejara con él un momento. Se fue, volvió y al regresar -explicó- le dije que se había marchado. Nunca se volvió a mencionar nada más al respecto".
Gosling justificó su acción al señalar que "cuando se quiere a alguien, es duro verle sufrir" y admitió que tenía sentimientos "contradictorios" sobre la eutanasia.
"Ahora es el momento de compartir un secreto que he guardado durante mucho tiempo", dijo el periodista, que explicó que por el "pacto" al que había llegado con su amante él "tomaría medidas si el dolor aumentaba".
Preguntado sobre cualquier posible sentimiento de culpabilidad, respondió que no tenía "absolutamente ningún pesar" sobre lo ocurrido.
Gosling también consideró que con esta confesión se podía plantear la posibilidad de que la policía quisiera interrogarlo.
Más de 120 británicos acompañaron el pasado año a sus seres queridos a la clínica suiza Dignitas, en Zúrich, especializada en suicidios asistidos, práctica conocida ya aquí como "turismo de eutanasia".EFE
Gosling, de 70 años, hizo esta sorprendente revelación durante la grabación del programa "East Midlands Inside Out" que se emitió anoche en el canal BBC1 y del que hoy se hacen eco los medios británicos.
El guionista y periodista de Nottingham confesó que asfixió con una almohada a su amante enfermo, cuya identidad no reveló, y con el que tenía un pacto para ayudarle a morir en caso de que los dolores que sufría aumentaran de una forma extrema.
"Una vez maté a alguien... Era mi amante y tenía sida. Cogí la almohada y le asfixié con ella hasta que murió y no me arrepiento. Hice lo correcto", confiesa Gosling.
Aunque omite todo detalle sobre el lugar y el momento en que sucedió, el reportero "freelance" explicó que su ex pareja se encontraba hospitalizado y que los médicos le habían asegurado que ya no podían hacer nada más por él.
"Le pedí al médico que me dejara con él un momento. Se fue, volvió y al regresar -explicó- le dije que se había marchado. Nunca se volvió a mencionar nada más al respecto".
Gosling justificó su acción al señalar que "cuando se quiere a alguien, es duro verle sufrir" y admitió que tenía sentimientos "contradictorios" sobre la eutanasia.
"Ahora es el momento de compartir un secreto que he guardado durante mucho tiempo", dijo el periodista, que explicó que por el "pacto" al que había llegado con su amante él "tomaría medidas si el dolor aumentaba".
Preguntado sobre cualquier posible sentimiento de culpabilidad, respondió que no tenía "absolutamente ningún pesar" sobre lo ocurrido.
Gosling también consideró que con esta confesión se podía plantear la posibilidad de que la policía quisiera interrogarlo.
Más de 120 británicos acompañaron el pasado año a sus seres queridos a la clínica suiza Dignitas, en Zúrich, especializada en suicidios asistidos, práctica conocida ya aquí como "turismo de eutanasia".EFE
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