El nieto menor de la reina Isabel II del Reino Unido encontró a su amigo en una comisaría, donde sentaba la denuncia por el robo de su teléfono que le fue robado mientras hablaba con el príncipe.
El príncipe Enrique de Inglaterra condujo en busca de un amigo después de que este fuera asaltado mientras hablaba por teléfono con él, reveló hoy la agencia británica PA.
El pasado 30 de noviembre, el príncipe, de 27 años, se encontraba hablando por teléfono con su amigo Thomas van Straubenzee, conocido como Van, cuando éste fue asaltado en la calle.
El príncipe reaccionó inmediatamente, y junto a un miembro de su equipo de seguridad se dirigió a la zona donde estaba su amigo, el barrio londinense de Battersea.
Según la fuente citada por la agencia, el príncipe siguió su intuición y se dirigió a la comisaria donde se encontró con Van Straubenzee, que en ese momento denunciaba el robo de su Blackberry.
El propio príncipe, hijo de Carlos de Inglaterra, también declaró ante la policía como testigo del asalto producido a las 8.30 de la tarde (hora local).
Un portavoz de Clarence House, residencia oficial del príncipe, aseguró que para el momento en que Enrique encontró a su amigo la investigación policial ya se había puesto en marcha, por lo que no tenía más comentarios que hacer.
Scotland Yard confirmó que el móvil se había recuperado y que una persona fue detenida el 1 de diciembre bajo sospecha de haber robado al amigo del príncipe, aunque quedó en libertad bajo fianza.
Tanto el príncipe Enrique como su hermano Guillermo son íntimos amigos de Thomas van Straubenzee, al que conocieron mientras estudiaban en el exclusivo internado Ludgrove.
Thomas acompañó a Enrique en su primera visita oficial a Nueva Zelanda y los dos príncipes son los patrones de la fundación creada en honor al hermano de Van Straubenzee, fallecido en 2002 en un accidente de tráfico.
EFE
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