El presidente ruso aseguró que el Holocausto es una de las páginas "más trágicas y vergonzosas de la Historia de la humanidad".
El presidente ruso, Vladímir Putin, criticó hoy los intentos de reescribir la Historia de la Segunda Guerra Mundial, en particular el papel de la Unión Soviética, y recordó que fue el Ejército Rojo quien salvó del exterminio a judíos y otros europeos.
"Debemos entender que cualquier intento de reescribir la historia, revisar el papel de nuestro país en la Gran Victoria, significa de hecho la justificación de los crímenes del nazismo y allana el camino para el renacimiento de su ideología asesina", aseguró Putin, según el Kremlin.
En un mensaje con ocasión del 70 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz, que se celebra mañana, Putin aseguró que "el Holocausto es una de las páginas más trágicas y vergonzosas de la Historia de la humanidad".
"Las víctimas del nazismo fueron millones que vivieron el infierno de los campos de la muerte, fueron fusilados, torturados, y murieron de hambre y enfermedad", recordó.
Putin subrayó que "el fin a esa monstruosidad e implacable barbarie lo puso precisamente el Ejército Rojo, quien salvó del exterminio no sólo a los judíos, sino a otros pueblos de Europa y del mundo".
En su opinión, el olvido de esas lecciones del pasado puede conducir a su repetición, por lo que instó "a defender la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial" y el buen nombre de los que combatieron en la contienda, estén vivos o muertos.
"Es nuestro deber y una cuestión de honor ante las próximas generaciones", aseguró.
Las vísperas del aniversario han estado marcadas por la polémica debido a las declaraciones del ministro polaco de Exteriores, Grzegorz Schetyna, quien dijo que fueron los soldados ucranianos los que liberaron Auschwitz el 27 de enero de 1945.
La Cancillería rusa replicó que "es bien sabido que Auschwitz fue liberado por tropas del Ejército Rojo, en cuyas filas combatían (soldados de) todas las nacionalidades" de la extinta Unión Soviética.
Putin no acudirá al acto de conmemoración en Polonia, ya que el Kremlin adujo que no ha sido invitado, por lo que Rusia estará representada por el jefe de la Administración presidencial, Serguéi Ivanov, estrecho colaborador del jefe del Kremlin.
El museo de Auschwitz-Birkenau fue abierto en 1947 en el antiguo campo de exterminio, el más grande puesto en marcha por la Alemania nazi, donde entre 1940 y 1945 fueron asesinados 1,1 millones de personas, de las que un 90 % eran judíos.
Auschwitz-Birkenau fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979, pasando a ser uno de los principales símbolos del Holocausto en todo el mundo.
EFE
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