Paul Inman y David Boltjes explican que aunque es muy doloroso, lo más excitante de hacerlo fue sentirse ´únicos en el mundo´.
Un hecho espeluznante ha desatado la alerta entre las autoridades carcelarias de Estados Unidos.
Dos reclusos estadounidenses fueron entrevistados por el canal de noticias NBC mostrando algo en común: la parte blanca de sus ojos estaban tatuadas.
Paul Inman, uno de los entrevistados cumple pena de 73 años por homicidio y declara que se tatuó los ojos color azul porque es "lo más cercano a traspasar los límites" y alegan que lo más excitante de hacerlo es porque son "únicos en el mundo".
"Apuesto a que no hay nadie en el mundo que tiene el mismo color de los ojos como yo lo hago", señala.
Por su parte, su compañero de celda, David Boltjes, quien se ha tatuado los ojos de color rojo, explica que el dolor es insoportable. "todos aquí llevan tatuajes en varias partes del cuerpo, piercings, pero no esto", dice orgulloso.
Sin embargo, la travesura les costará caro. Ambos recibirán un castigo disciplinario por haberse inyectado tinta de color en los ojos.
Dos reclusos estadounidenses fueron entrevistados por el canal de noticias NBC mostrando algo en común: la parte blanca de sus ojos estaban tatuadas.
Paul Inman, uno de los entrevistados cumple pena de 73 años por homicidio y declara que se tatuó los ojos color azul porque es "lo más cercano a traspasar los límites" y alegan que lo más excitante de hacerlo es porque son "únicos en el mundo".
"Apuesto a que no hay nadie en el mundo que tiene el mismo color de los ojos como yo lo hago", señala.
Por su parte, su compañero de celda, David Boltjes, quien se ha tatuado los ojos de color rojo, explica que el dolor es insoportable. "todos aquí llevan tatuajes en varias partes del cuerpo, piercings, pero no esto", dice orgulloso.
Sin embargo, la travesura les costará caro. Ambos recibirán un castigo disciplinario por haberse inyectado tinta de color en los ojos.
Comparte esta noticia