Ariel Álvarez, de 52 años, dijo que renunció a los hábitos, cansado de lidiar con la censura del Vaticano. El hecho ocurrió en la provincia argentina de Santiago del Estero.
Un sacerdote argentino doctorado en Teología Bíblica denunció hoy que se vio obligado a dejar los hábitos, cansado de la censura del Vaticano por negar que hayan existido Adán y Eva, el arca de Noé y otros relatos de la Biblia.
"He renunciado a los hábitos para no desobedecer a mi obispo, que desde hace años me prohíbe hablar sobre temas bíblicos y escribir libros sobre ello", explicó Ariel Álvarez Valdés, quien ejercía el sacerdocio en Santiago del Estero, capital de la provincia homónima, al norte de Argentina.
Álvarez Valdés, de 52 años, doctor en Sagradas Escrituras de la Universidad de Salamanca (España), dijo que renunció a los hábitos "cansado" de lidiar con la censura del Vaticano y del obispo de Santiago del Estero, Francisco Pólit.
"Hace 15 años que estoy en conflicto con el Vaticano y con un obispo que es del Opus Dei. En ese momento, escribí un artículo donde decía que no se podía ser poseído por el demonio, sino que eran enfermedades. Me obligaron a retractarme", declaró a la radio bonaerense Continental.
"Algunos pasajes de la Biblia no ocurrieron de forma literal, sino que son parábolas que buscan explicar alguna significación religiosa", explicó al explicar los motivos por los que niega la veracidad histórica de Adán y Eva, y del arca de Noé.
Álvarez Valdés también niega la existencia del ángel que habló con la Virgen María, las apariciones físicas de la Virgen y pone en duda que Jesús haya nacido en Belén.
Dijo que el obispo de Santiago del Estero recibió la orden del Vaticano de censurar sus libros con el argumento de que "perturbaban" a los feligreses.
"Tengo más de mil quinientas publicaciones en revistas de todo el mundo. Todo lo que yo enseñaba estaba publicado en libros de católicos", destacó Álvarez Valdés.
"El Vaticano hizo revisar todos mis libros por peritos especializados en Teología del mismo Vaticano y no pudieron encontrar ningún error de dogma. Entonces intentaron que me retractara igual", remarcó.
El religioso recordó que en 2002 había recibido una amonestación del Vaticano y otra del obispo Pólit, el año pasado, en ambos casos con la exigencia de mantener "silencio" y de retractarse de sus dichos.
-EFE-
"He renunciado a los hábitos para no desobedecer a mi obispo, que desde hace años me prohíbe hablar sobre temas bíblicos y escribir libros sobre ello", explicó Ariel Álvarez Valdés, quien ejercía el sacerdocio en Santiago del Estero, capital de la provincia homónima, al norte de Argentina.
Álvarez Valdés, de 52 años, doctor en Sagradas Escrituras de la Universidad de Salamanca (España), dijo que renunció a los hábitos "cansado" de lidiar con la censura del Vaticano y del obispo de Santiago del Estero, Francisco Pólit.
"Hace 15 años que estoy en conflicto con el Vaticano y con un obispo que es del Opus Dei. En ese momento, escribí un artículo donde decía que no se podía ser poseído por el demonio, sino que eran enfermedades. Me obligaron a retractarme", declaró a la radio bonaerense Continental.
"Algunos pasajes de la Biblia no ocurrieron de forma literal, sino que son parábolas que buscan explicar alguna significación religiosa", explicó al explicar los motivos por los que niega la veracidad histórica de Adán y Eva, y del arca de Noé.
Álvarez Valdés también niega la existencia del ángel que habló con la Virgen María, las apariciones físicas de la Virgen y pone en duda que Jesús haya nacido en Belén.
Dijo que el obispo de Santiago del Estero recibió la orden del Vaticano de censurar sus libros con el argumento de que "perturbaban" a los feligreses.
"Tengo más de mil quinientas publicaciones en revistas de todo el mundo. Todo lo que yo enseñaba estaba publicado en libros de católicos", destacó Álvarez Valdés.
"El Vaticano hizo revisar todos mis libros por peritos especializados en Teología del mismo Vaticano y no pudieron encontrar ningún error de dogma. Entonces intentaron que me retractara igual", remarcó.
El religioso recordó que en 2002 había recibido una amonestación del Vaticano y otra del obispo Pólit, el año pasado, en ambos casos con la exigencia de mantener "silencio" y de retractarse de sus dichos.
-EFE-
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