Fracciones rivales del narcotráfico desataron una serie de enfrentamientos en distintas barriadas populares por el control de los puntos de venta de narcóticos.
Un hombre herido este viernes en una favela de Río de Janeiro murió en un hospital y la policía halló los cadáveres de tres supuestos delincuentes, lo que elevó a 43 las muertes por la violencia que sacude a la ciudad hace una semana.
La Secretaría de Salud del estado Río de Janeiro confirmó la muerte de Severino Marcelino dos Santos, un hombre de 51 años que la víspera había sido gravemente herido de bala al quedar atrapado en medio de un tiroteo entre narcotraficantes y policías en el suburbio carioca de Penha.
Por otra parte, la Policía informó que los cuerpos sin vida de tres supuestos delincuentes fueron encontrados en una arboleda vecina a la favela de Vidigal, en la zona sur de la ciudad, gracias a una llamada telefónica anónima.
Río de Janeiro está inmersa en una escalada de violencia desde el pasado sábado, cuando fracciones rivales del narcotráfico desataron una serie de enfrentamientos en distintas barriadas populares por el control de los puntos de venta de narcóticos.
Los sucesos más cruentos ocurrieron en la favela conocida como Morro dos Macacos, donde hace una semana la policía intervino para poner coto a la violencia pero se topó con una fuerte resistencia de los delincuentes, que llegaron a derribar a balazos un helicóptero artillado, causando la muerte de tres de sus cuatro ocupantes.
Desde entonces, la violencia se ha generalizado en varios de los barrios controlados por los narcotraficantes que, según la policía, pertenecen a dos bandos conocidos como Comando Vermelho y Amigos de los Amigos (ADA), los dos más activos en la ciudad.
Hoy mismo, las autoridades decidieron trasladar a diez capos de esas bandas que estaban recluidos en cárceles de Río de Janeiro a un presidio de máxima seguridad en la ciudad de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul y distante unos 2.000 kilómetros.
El traslado se realizó bajó fuertes medidas de seguridad y fue ordenado para impedir que los delincuentes, desde las prisiones, se comuniquen con sus cómplices en el exterior y dirijan las acciones que han sembrado el terror en la ciudad que en 2014 será subsede del Mundial de fútbol y en 2016 organizará los Juegos Olímpicos.
-EFE
La Secretaría de Salud del estado Río de Janeiro confirmó la muerte de Severino Marcelino dos Santos, un hombre de 51 años que la víspera había sido gravemente herido de bala al quedar atrapado en medio de un tiroteo entre narcotraficantes y policías en el suburbio carioca de Penha.
Por otra parte, la Policía informó que los cuerpos sin vida de tres supuestos delincuentes fueron encontrados en una arboleda vecina a la favela de Vidigal, en la zona sur de la ciudad, gracias a una llamada telefónica anónima.
Río de Janeiro está inmersa en una escalada de violencia desde el pasado sábado, cuando fracciones rivales del narcotráfico desataron una serie de enfrentamientos en distintas barriadas populares por el control de los puntos de venta de narcóticos.
Los sucesos más cruentos ocurrieron en la favela conocida como Morro dos Macacos, donde hace una semana la policía intervino para poner coto a la violencia pero se topó con una fuerte resistencia de los delincuentes, que llegaron a derribar a balazos un helicóptero artillado, causando la muerte de tres de sus cuatro ocupantes.
Desde entonces, la violencia se ha generalizado en varios de los barrios controlados por los narcotraficantes que, según la policía, pertenecen a dos bandos conocidos como Comando Vermelho y Amigos de los Amigos (ADA), los dos más activos en la ciudad.
Hoy mismo, las autoridades decidieron trasladar a diez capos de esas bandas que estaban recluidos en cárceles de Río de Janeiro a un presidio de máxima seguridad en la ciudad de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul y distante unos 2.000 kilómetros.
El traslado se realizó bajó fuertes medidas de seguridad y fue ordenado para impedir que los delincuentes, desde las prisiones, se comuniquen con sus cómplices en el exterior y dirijan las acciones que han sembrado el terror en la ciudad que en 2014 será subsede del Mundial de fútbol y en 2016 organizará los Juegos Olímpicos.
-EFE
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