El director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, que se encontraba en Chile, narró como sintió el fuerte sismo que sacudió el país del sur.
"La cama se desplazaba hacia un lado y otro y una gran lámpara se hizo añicos". Así describió hoy el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, desde Santiago de Chile, la repercusión del terremoto de 8,3 grados de la escala de Richter que ha habido esta mañana en ese país.
García de la Concha está en Santiago de Chile desde hace unos días para asistir a las reuniones previas del Congreso Internacional de la Lengua Española, que se inaugura el próximo 2 de marzo en la ciudad de Valparaíso, y, contactado telefónicamente desde Madrid, le contó hoy a Efe cómo vivieron el terremoto cuantos estaban en el hotel donde se alojan.
Aunque el epicentro está situado a unos 300 kilómetros al sur de la capital, los efectos del terremoto se notaron en Santiago.
"Eran las tres y media de la mañana (hora local), estaba profundamente dormido y empecé a notar que la cama vibraba y se desplazaba hacia un lado y otro. Me di cuenta enseguida de que era un terremoto, aunque tardé un segundo en reaccionar", decía el director.
Lo que más lo alertó, es que oyó caer "una gran lámpara que había en la mesita de noche, que se hizo añicos y produjo bastante estrépito", y notó también que "se movían los cajones de una cómoda situada enfrente de la cama".
Intentó salir de la habitación, pero tuvo que "esperar un poco porque no se podía caminar con facilidad", comentaba el director de la RAE, que hoy tenía previsto asistir, junto con otros directores de Academias de la Lengua y académicos de varios países, a la primera reunión interacadémica de la comisión que prepara la nueva Ortografía de la lengua española.
El terremoto "duró bastante y, sobre todo, las réplicas". De inmediato el personal del hotel empezó a dar "la voz de evacuación" en algunas plantas y, aunque en la suya no la dieron, lo avisaron por teléfono interno, el único que funcionaba. "Hay que evacuar, hay que evacuar", le dijeron.
Bajaron todos a la calle y en el jardín del hotel esperaron hasta que les permitieron pasar al vestíbulo, donde han permanecido varias horas "muy bien atendidos por el personal del hotel". No había luz, pero sí funcionaba el generador propio del hotel.
"La organización del hotel ha sido espléndida. Tenían ropa de abrigo para todos y agua", comentaba García de la Concha, quien desconocía cuándo los dejarían subir a la habitación.
Mientras que García de la Concha hablaba con Efe, sus colaboradores le iban dando noticias preocupantes como que "la torre del aeropuerto de Santiago se ha caído", una información que por el momento no ha podido contrastarse
Además, la sala donde tenían previsto celebrar esta mañana la reunión de la comisión interacadémica de la Ortografía "ha sufrido desperfectos y se ha rajado".
En Valparaíso, la ciudad donde comienza el Congreso de la Lengua el próximo 2 de marzo, también se ha notado el terremoto, "aunque la situación está mejor".
García de la Concha ignora si el terremoto podría repercutir en la celebración del Congreso de la Lengua Española y no sabe "qué decisión tomará el Gobierno chileno".
Los teléfonos móviles no funcionan y no han podido establecer contacto con los organizadores chilenos del Congreso.
"Lo mejor es esperar con tranquilidad. Habrá que ver las cosas con serenidad y valorarlas", añadió García de la Concha. EFE.
García de la Concha está en Santiago de Chile desde hace unos días para asistir a las reuniones previas del Congreso Internacional de la Lengua Española, que se inaugura el próximo 2 de marzo en la ciudad de Valparaíso, y, contactado telefónicamente desde Madrid, le contó hoy a Efe cómo vivieron el terremoto cuantos estaban en el hotel donde se alojan.
Aunque el epicentro está situado a unos 300 kilómetros al sur de la capital, los efectos del terremoto se notaron en Santiago.
"Eran las tres y media de la mañana (hora local), estaba profundamente dormido y empecé a notar que la cama vibraba y se desplazaba hacia un lado y otro. Me di cuenta enseguida de que era un terremoto, aunque tardé un segundo en reaccionar", decía el director.
Lo que más lo alertó, es que oyó caer "una gran lámpara que había en la mesita de noche, que se hizo añicos y produjo bastante estrépito", y notó también que "se movían los cajones de una cómoda situada enfrente de la cama".
Intentó salir de la habitación, pero tuvo que "esperar un poco porque no se podía caminar con facilidad", comentaba el director de la RAE, que hoy tenía previsto asistir, junto con otros directores de Academias de la Lengua y académicos de varios países, a la primera reunión interacadémica de la comisión que prepara la nueva Ortografía de la lengua española.
El terremoto "duró bastante y, sobre todo, las réplicas". De inmediato el personal del hotel empezó a dar "la voz de evacuación" en algunas plantas y, aunque en la suya no la dieron, lo avisaron por teléfono interno, el único que funcionaba. "Hay que evacuar, hay que evacuar", le dijeron.
Bajaron todos a la calle y en el jardín del hotel esperaron hasta que les permitieron pasar al vestíbulo, donde han permanecido varias horas "muy bien atendidos por el personal del hotel". No había luz, pero sí funcionaba el generador propio del hotel.
"La organización del hotel ha sido espléndida. Tenían ropa de abrigo para todos y agua", comentaba García de la Concha, quien desconocía cuándo los dejarían subir a la habitación.
Mientras que García de la Concha hablaba con Efe, sus colaboradores le iban dando noticias preocupantes como que "la torre del aeropuerto de Santiago se ha caído", una información que por el momento no ha podido contrastarse
Además, la sala donde tenían previsto celebrar esta mañana la reunión de la comisión interacadémica de la Ortografía "ha sufrido desperfectos y se ha rajado".
En Valparaíso, la ciudad donde comienza el Congreso de la Lengua el próximo 2 de marzo, también se ha notado el terremoto, "aunque la situación está mejor".
García de la Concha ignora si el terremoto podría repercutir en la celebración del Congreso de la Lengua Española y no sabe "qué decisión tomará el Gobierno chileno".
Los teléfonos móviles no funcionan y no han podido establecer contacto con los organizadores chilenos del Congreso.
"Lo mejor es esperar con tranquilidad. Habrá que ver las cosas con serenidad y valorarlas", añadió García de la Concha. EFE.
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