El organismo que regula los parques naturales en Zimbabue (ZPWMA, en sus siglas inglesas) está investigando otro posible caso de caza furtiva tras la polémica desatada por la muerte de Cecil.
Las autoridades de Zimbabue investigan un segundo caso de caza ilegal de un león por parte de otro furtivo ocurrido el pasado julio, cuando también se dio muerte a Cecil, el león más popular del país surafricano, informaron hoy fuentes gubernamentales y conservacionistas.
El organismo que regula los parques naturales en Zimbabue (ZPWMA, en sus siglas inglesas) está investigando otro posible caso de caza furtiva tras la polémica desatada por la muerte de Cecil a manos de un dentista estadounidense, que pagó 55.000 dólares por matar al popular felino, informó la prensa local.
El cazador, cuya nacionalidad no ha sido revelada, habría matado a este segundo león el 2 de julio, pocos días antes de que Cecil fuese abatido.
Este segundo felino, asesinado también en los alrededores del Parque Nacional de Hwange, en el oeste del país, no es el hermano del famoso león, llamado Jericho, como se divulgó en algunos medios a última hora de el sábado.
La Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, en inglés) aseguró que Jericho había sido cazado, pero la fundación Bhejane Trust, que trabaja en esta reserva, la más grande del país, desmintió la información poco después.
La organización aseguró que uno de sus investigadores había confirmado que Jericho seguía vivo a última hora de ayer.
Aunque las autoridades de Zimbabue todavía no han confirmado la muerte de otro león también en julio, sí han admitido que se ha detenido a otro acusado vinculado a un segundo caso de caza ilegal.
"La Policía está investigando todos los casos que han sido denunciados y ha arrestado a otro acusado, Headman Sibanda, por violar supuestamente las regulaciones de caza", aseguró el director de la autoridad que regula los parques naturales, Edison Chidziya, en un comunicado.
La indignación que la muerte de Cecil ha generado entre grupos defensores de estos animales y el público internacional ha llevado a las autoridades conservacionistas y otras agencias gubernamentales de Zimbabue a lanzar una campaña para impedir la caza furtiva.
El estadounidense Walter James Palmer ha admitido que mató a Cecil en una cacería nocturna organizada el pasado 6 de julio en el Parque Nacional de Hwange.
Palmer, no obstante, ha afirmado actuar convencido de que la cacería en la que participó era legal y que contaba con "todos los permisos" necesarios.
El león Cecil, de 13 años de edad, fue atraído con una presa amarrada a un vehículo como cebo para abatirlo fuera del parque, de modo que técnicamente ya no era ilegal cazarlo, según la Fuerza Especial para la Conservación de Zimbabue (ZCTF, en inglés).
"Que yo sepa, todo lo relacionado con el viaje fue legal y adecuadamente gestionado y conducido", indicó Palmer, dentista de profesión y residente en Minesota.
El Gobierno de Zimbabue ha solicitado a EE.UU. la extradición de Palmer, cuya cacería fue conocida cuando ya había abandonado el país africano.
EFE
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