La medida fue abolida por el gobierno de Turquía en el 2002 y si se reinstala, podría impedir el ingreso del país a la Unión Europea.
El Gobierno de Turquía ha abierto la posibilidad de restablecer la pena de muerte en el país dentro de las medidas represivas que se están aplicando tras el fallido intento de golpe del pasado viernes, lo que supondría instaurar un castigo que fue erradicado hace 14 años.
Pedido popular. El primer ministro turco, Binali Yildirim, mantuvo este lunes abierta esa posibilidad, aunque se mostró más moderado con respecto las declaraciones en ese sentido hechas el domingo por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, ante una muchedumbre que pedía a gritos que se ejecute a los golpistas. "Turquía es un Estado de derecho. La gente lo pidió a gritos (la pena de muerte) en las calles. Hacemos política para realizar las peticiones de la gente. No podemos decir ni sí ni no por adelantado. La decisión no puede tomarse con la excitación de estos días, debe debatirse en el Parlamento", dijo.
La decisión los alejaría de la Unión Europea. La pena de muerte en tiempo de paz fue abolida en Turquía en agosto de 2002, como parte de un paquete de medidas para adaptar la legislación turca a la Unión Europea y permitir así que el país se acercara a una candidatura a entrar en el club europeo, iniciativa que viene siendo impulsada por el propio Erdogan desde entonces. La propia jefa de diplomacia de la UE, Federica Mogherini, recordó hoy a Turquía que "ningún país" puede convertirse en Estado miembro de la Unión Europea si introduce o reintroduce la pena de muerte.
La pena de muerte en Turquía. La última ejecución en Turquía se produjo en 1984, poco después de la restauración democrática tras el Golpe de Estado de 1980. Tras este, unas 500 personas fueron condenadas a muerte, de las que 50 fueron ejecutadas. En los años siguientes, ya en democracia, se siguieron dictando penas capitales, pero la norma fue conmutarlas por cadenas perpetuas. Además, como miembro del Consejo de Europa, Turquía está obligado a cumplir el Convenio Europeo de Derechos Humanos, que prohibe la pena capital. EFE
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