La mayoría de las mujeres es asesinada por parientes, esposos, novios, ex compañeros u hombres que fueron rechazados por ellas. El 40% de ellas tiene entre 18 y 30 años.
Una mujer es asesinada en Brasil cada dos horas, según el estudio "Mapa de la Violencia 2010" elaborado por la organización no gubernamental (ONG) Instituto Sangari y divulgado hoy por un medio local.
La mayoría de las mujeres es asesinada por parientes, esposos, novios, ex compañeros u hombres que fueron rechazados por ellas, indicó el estudio, según informaciones en la edición digital del diario O Globo de Río de Janeiro.
El promedio ubica a Brasil en el lugar número doce entre los países que registran más muertes violentas de mujeres, apuntó el texto.
El 40% de las mujeres asesinadas en Brasil tiene entre 18 y 30 años de edad y la mayoría de los casos está relacionado a la violencia familiar.
De acuerdo con el servicio de denuncias telefónicas del Gobierno federal, el 68% de los hijos es testigo de las agresiones físicas sufridas por sus madres y un 15% también son víctimas directas de ese tipo de violencia.
Entre 1997 y 2007, según la Secretaría de Políticas para las Mujeres, el número de denuncias por violencia contra mujeres aumentó el 100% en el país.
El estado con más índices de muertes de mujeres por crímenes pasionales es Río de Janeiro, con un caso trágico cada 24 horas.
El Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro apuntó que 128 mujeres son amenazadas por sus maridos cada día y 44 sufren intento de homicidio por parte de ellos.
Los datos se conocen en medio de dos casos de conmoción nacional con jóvenes mujeres asesinadas por ex compañeros.
La muerte de la abogada Mercia Nakashima, de 28 años, a manos de su ex novio, el también abogado y ex policía Mizael Bispo, quien está prófugo después de intentar desaparecer el cadáver en una laguna en las afueras de Sao Paulo, acaparó el mes pasado gran parte de la información cotidiana de los medios.
Sin embargo, el caso de mayor notoriedad y repercusión fue el de la modelo Eliza Samudio, de 25 años, cuyo cadáver todavía no ha sido encontrado y que fue asesinada al parecer por el portero y capitán del Flamengo, Bruno Fernandes, quien habría sido ayudado por parientes y amigos, todos presos en la última semana.
EFE
La mayoría de las mujeres es asesinada por parientes, esposos, novios, ex compañeros u hombres que fueron rechazados por ellas, indicó el estudio, según informaciones en la edición digital del diario O Globo de Río de Janeiro.
El promedio ubica a Brasil en el lugar número doce entre los países que registran más muertes violentas de mujeres, apuntó el texto.
El 40% de las mujeres asesinadas en Brasil tiene entre 18 y 30 años de edad y la mayoría de los casos está relacionado a la violencia familiar.
De acuerdo con el servicio de denuncias telefónicas del Gobierno federal, el 68% de los hijos es testigo de las agresiones físicas sufridas por sus madres y un 15% también son víctimas directas de ese tipo de violencia.
Entre 1997 y 2007, según la Secretaría de Políticas para las Mujeres, el número de denuncias por violencia contra mujeres aumentó el 100% en el país.
El estado con más índices de muertes de mujeres por crímenes pasionales es Río de Janeiro, con un caso trágico cada 24 horas.
El Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro apuntó que 128 mujeres son amenazadas por sus maridos cada día y 44 sufren intento de homicidio por parte de ellos.
Los datos se conocen en medio de dos casos de conmoción nacional con jóvenes mujeres asesinadas por ex compañeros.
La muerte de la abogada Mercia Nakashima, de 28 años, a manos de su ex novio, el también abogado y ex policía Mizael Bispo, quien está prófugo después de intentar desaparecer el cadáver en una laguna en las afueras de Sao Paulo, acaparó el mes pasado gran parte de la información cotidiana de los medios.
Sin embargo, el caso de mayor notoriedad y repercusión fue el de la modelo Eliza Samudio, de 25 años, cuyo cadáver todavía no ha sido encontrado y que fue asesinada al parecer por el portero y capitán del Flamengo, Bruno Fernandes, quien habría sido ayudado por parientes y amigos, todos presos en la última semana.
EFE
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