A tres días del primer balotaje de la historia argentina, la pasión electoral alcanzó incluso al papa Francisco, quien dijo: "Ya saben lo que yo pienso, que voten a conciencia".
La larga campaña presidencial argentina cerró el jueves con sendos actos de los candidatos presidenciales, el conservador Mauricio Macri, que hizo una fiesta en el norte mestizo del país, y el oficialista Daniel Scioli, arengando en un bastión de clase trabajadora.
Mientras Macri parecía haber olvidado que el domingo peleará la presidencia con Scioli, al omitir su nombre y llamando a la "unión de todos los argentinos", su rival se mostró más duro y advirtió "de la amenaza" que representa "el capitalismo salvaje".
Desde un patrimonio histórico de la humanidad en Humahuaca, muy cerca de la frontera con Bolivia, Macri ofreció un encendido discurso ante miles de seguidores de su partido de derecha PRO (Propuesta Republicana).
Macri repitió lo que ha sido slogan de campaña: "Merecemos vivir mejor. Se puede vivir una argentina con pobreza cero, aspirar a tener vivienda propia, estar orgullosos por la calidad de la educación publica, de enfrentar al narcotráfico y echarlo de la Argentina", declaró.
"¡Vamos Argentina!, ¡Cambiemos, cambiemos!", dijo un Macri que se mostró relajado, locuaz y con la energía de los que se saben ganadores.
Macri, defensor del libre mercado, lidera los sondeos después de la primera vuelta del 25 de octubre que ganó Scioli, peronista de centroizquierda, pero por apenas tres puntos (37% sobre 34,1%).
Su rival Scioli, protagonizó dos cierres, en la mañana en el balneario de Mar del Plata y en la noche La Matanza, dos ciudades de la provincia de Buenos Aires, tan grande como Italia con 16 millones de habitantes, que gobernó desde 2007.
"La opción es clara: una liberal, del demonio del capitalismo salvaje de la alianza reconvertida que representa Macri; y nosotros, de la base fundacional del peronismo que la trae a estos nuevos tiempos", clamó Scioli ante la militancia organizada en un centro deportivo en La Matanza.
"Patria o Macri" se leía en pancartas con la bandera estadounidense de fondo y fotomontajes de Cristina Kirchner con Juan Domingo Perón (1946-1955, 73-74), líder de un movimiento popular que ha marcado al país y en el que caben políticos que van desde la derecha a la izquierda.
A tres días del primer balotaje de la historia Argentina, la pasión electoral alcanzó incluso al papa Francisco, que el miércoles dijo: "Ya saben lo que yo pienso, que voten a conciencia", citó la prensa.
El publicista ecuatoriano Jaime Durán Barba, principal asesor de Macri, relativizó la implicación del papa en la campaña en unas declaraciones consideradas "ofensivas" por Scioli. El aspirante oficialista repudió la declaración de Durán.
Si Macri gana la presidencia será la primera vez desde que se instituyó el voto (en 1916) que resulta electo alguien que no pertenece ni al partido peronista ni al radical socialdemócrata, las dos grandes fuerzas populares en 100 años de vida política en Argentina.
ANDINA
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