En diciembre de 2017, Nahir Galarza asesinó de dos disparos a su novio, Fernando Pastorizzo. La joven de 19 años utilizó el arma de su padre, un policía en actividad de la ciudad argentina de Gualeguaychú.
Nahir Galarza, una joven de 19 años condenada a cadena perpetua por matar a su novio, nunca pensó que a tan corta edad pasaría a formar parte de la historia criminal de Argentina, país donde se registraron más de dos mil casos de feminicidios entre el 2008 y 2017, según reporte de la Asociación Civil Casa del Encuentro.
Sin embargo, esta vez una mujer sin antecedentes penales y con una vida aparentemente correcta fue el centro de las páginas policiales de los diarios argentinos desde el pasado 29 de diciembre de 2017, fecha en la que confesó el crimen contra su novio, Fernando Pastorizzo, a quien asesinó de dos disparos.
Nahir es de Gualeguaychú, una ciudad argentina ubicada en la frontera con Uruguay, donde vivía con sus padres y su hermano de 16 años. Marcelo Galarza es el padre, un oficial de la policía cuya arma reglamentaria fue utilizada por su hija para cometer el crimen, y Yamina Kroh es la madre, quien durante el proceso pidió perdón a su hija por no cuidarla.
De pocos amigos
La madre aseguró al diario argentino Clarín que su hija era una joven saludable “No fuma, no se droga” y “ayudaba en las cosas de la casa”.
La joven de 19 años cursaba el segundo año de Derecho en la Universidad Concepción de Uruguay. Pese a que realizó diferentes actividades como desfiles de moda y prácticas de hockey, Nahir era de pocos amigos.
Sol Martínez fue la única amiga que acudió como testigo a una de las audiencias porque presenció una de las peleas entre la pareja. No salieron más compañeros que le bridaran apoyo, por el contrario los demás mostraron su apoyo a Fernando y pidieron justicia.
Una relación tóxica
Con Fernando Pastorizzo tenía una relación de unos cuatro años con varios rompimientos y reconciliaciones. Ambos compartieron unas vacaciones familiares en Brasil; sin embargo, en los juicios se conoció que Nahir tenía relaciones otros chicos de manera ocasional.
Sol Martínez, amiga íntima de Nahir, contó durante el juicio que la madrugada de Navidad días antes del crimen, la joven le contó que Fernando la había golpeado y que tenía varios moretones en su cuerpo. Luego presenció una discusión entre la pareja en la que intervino para pegarle un puñete en el ojo al novio de su amiga.
La versión de los amigos de Pastorizzo es distinta. Ellos contaron que Fernando era golpeado por Nahir y que esa noche fue la joven quien lo llevó a su casa para golpearlo junto con su amiga. En declaraciones al diario Clarín, Juan Cabrera, el mejor amigo de Fernando y también primo de Nahir, contó que Pastorizzo era una persona buena y que Nahir lo maltrataba. “Una vez hasta le volcó un vaso de champagne en la cabeza”, agregó.
En otro momento reconoció que pese al maltrato, su amigo siempre regresaba con ella. Pero fue luego de la discusión de Navidad, que Fernando le aseguró que había terminado la relación; sin embargo, la volvió a ver el 29 de diciembre día en que fue asesinado.
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