El anuncio del aumento presupuestario llega cuando otras potencias globales también han decidido apostar fuertemente por el rearme de sus Fuerzas Armadas.
El Gobierno de China anunció este lunes un aumento del 8.1 % en su presupuesto de Defensa para el año 2018. Esta es aceleración de un punto respecto al año pasado con la que el país responde a los vientos de rearme que soplan desde EEUU y Rusia.
De acuerdo con el informe de presupuestos presentado por el Ministerio de Finanzas en la inauguración del plenario anual del Legislativo chino, que debe aprobarlo este mes, los gastos militares en este ejercicio ascenderán a 1,10 billones de yuanes (173.000 millones de dólares, 143.000 millones de euros).
Incremento de presupuesto
La partida de Defensa es la mayor de los presupuestos generales de la segunda economía mundial, lo que representa un 5.24 % de los gastos totales. Es ligeramente mayor al aumento de los gastos generales del régimen comunista para este año (del 7.6 %) y significará otro ejercicio más que el crecimiento de los presupuestos militares será seguramente superior al del PIB, que Pekín calcula en aproximadamente el 6.5 %.
El portavoz de la Asamblea Nacional Popular (ANP), Zhang Yesui, insistió en la víspera de que se conocieran estas cifras en que el aumento respondería sobre todo a mejoras salariales de las tropas y a la necesidad de "actualizar equipamiento", intentando evitar los temores a un posible rearme de la potencia asiática.
"China está comprometida a un camino de desarrollo pacífico, con una política militar de naturaleza defensiva" que "no causará una amenaza a otros países", dijo Zhang en su rueda de prensa del domingo.
Carrera armamentista
Sin embargo, el aumento presupuestario llega cuando otras potencias globales también han decidido apostar fuertemente por el rearme de sus Fuerzas Armadas. Este es un momento de auge de las políticas nacionalistas por encima de las multipolares, por lo que es seguro que Washington o Moscú mirarán de reojo a Pekín.
El pasado mes de febrero el presidente estadounidense, Donald Trump, proponía un presupuesto en Defensa de 716.000 millones de dólares para su país en 2019, lo que supondría un aumento interanual del 7 por ciento y seguiría cuadruplicando el de China, segundo país del mundo en gastos militares.
El caso ruso y estadounidense
Su homólogo ruso, Vladímir Putin, respondía al desafío la semana pasada anunciando el desarrollo de un nuevo arsenal estratégico compuesto por misiles intercontinentales, cohetes ultrasónicos o armas con rayos láser que para los analistas podrían conllevar el inicio de una nueva carrera armamentística global.
En los círculos académicos y militares chinos se interpreta que Pekín está respondiendo con su aumento presupuestario sobre todo al anunciado por Trump. "La subida (del gasto militar en EEUU) ha sido la mayor desde la Guerra de Vietnam, y China va a reaccionar de alguna manera", subrayó a Efe el excoronel del Ejército y analista de defensa Yue Gang. (Con información de Efe)
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