El régimen de Kim Jong-un lanzó al mar dos potentes misiles de corto alcance.
Corea del Norte reavivó hoy la tensión al lanzar al mar dos potentes misiles de corto alcance, en un momento de máxima presión para el régimen de Kim Jong-un por las sanciones internacionales y las maniobras militares de Corea del Sur y EE.UU.
Los proyectiles, lanzados de madrugada desde la provincia meridional de Hwanghae, volaron una distancia de 500 kilómetros hasta caer en el Mar del Este (Mar de Japón), según confirmó el Ministerio de Defensa de la vecina Corea del Sur.
Seúl cree que fueron misiles tipo Scud, lo que supondría la primera vez en lo que va de 2016 que el Ejército Popular norcoreano lanza este tipo de proyectil desarrollado por primera vez en la Unión Soviética hace seis décadas.
El doble lanzamiento puso en alerta a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur, "preparadas para responder a cualquier provocación", según uno de sus portavoces.
El Gobierno surcoreano baraja denunciar el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU, ya que existen resoluciones que prohíben a Pyongyang realizar pruebas con misiles balísticos.
Mientras, China pidió una vez más moderación a las partes implicadas para evitar una escalada bélica y calificó como "muy sensible" la situación en la península coreana, en palabras de su portavoz de Exteriores.
La nueva demostración de fuerza de Corea del Norte llega después de que el pasado 3 de marzo su Ejército lanzara al mar seis cohetes de corto alcance, en ese caso con un rango de entre 100 y 150 kilómetros.
Los proyectiles son la respuesta de Pyongyang al ambiente extremadamente hostil generado tras su cuarta prueba nuclear del 6 de enero y el lanzamiento de un cohete espacial el 7 de febrero, considerado este último un ensayo de misiles encubierto.
Corea del Sur y Estados Unidos, contrarios a tolerar los avances armamentísticos del régimen de Kim Jong-un, exhiben estos días músculo militar con las mayores maniobras de su historia en suelo surcoreano, en las que participan más de 17.000 tropas estadounidenses y 300.000 del país asiático.
EFE
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